miércoles, 24 de octubre de 2007

La mujer de Dios.





Por: Patricia Zavaleta Carrillo


"¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta… ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!". Isaías 5:18-20.

La palabra nos dice en Efesios 5:8.

"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz".

Quiere decir que como una mujer de Dios yo he sido puesta en este mundo para ser luz en medio de las tinieblas.

Esto me dice a mi que debo de mantener una apariencia de la cual el hombre y la mujer del mundo o sea esas personas las cuales no han recibido a Dios, puedan ver que Dios mora en mi y que él ha cambiado mi vida.

Hay que demostrarlo no solo por dentro sino por fuera también ya que cuando el Señor moldea un vaso lo rompe y lo hace de nuevo es nuevo por dentro y por fuera.

Lucas 1:75, nos dice que debemos de caminar en santidad y en justicia delante del Señor, en todo momento… en todo momento.

Por lo tanto quiere decir que no es mostrar santidad hoy y mañana no, sino hasta que el día del rapto.

Y como hijas y siervas de Dios debemos de mantenernos en santidad ya que así él Señor lo ha demandado en su palabra.

Y aunque no sea malo usar un poco de maquillaje y arreglarse y verse y sentirse bien no quiere decir que vamos a imitar las cosas del mundo.

Cómo una sierva de Dios yo me siento la mujer mas bella que hay en esta tierra

¿Sabes por qué?

Porque por la gracia de Dios soy salva.

Las faldas a mi no me afean, sino que me hacen ver y sentir mas femenina… no estoy predicando doctrina porque cada iglesia tiene sus doctrinas pero si quiero que entiendas que el Señor dice en su palabra que no nos alejemos de la senda antigua eso se encuentra en Jeremías 6:16.

Y dice así…

"Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma".

Así dijo Jehová… quiere decir que esto es un mandato del Señor para su pueblo el cual nosotros como pueblo debemos de obedecer.

Es la paz que solo podemos obtener por medio de él, el gozo que el mundo nos ofreció mas solo era una ilusión pues nos sentíamos solas, nos sentíamos vacías, nos refugiábamos detrás del maquillaje, para sentirnos mujer.

Pero cuando Dios vino a nuestras vidas el nos quitó esa mascara y nos puso el brillo de su Espíritu, nos limpió y cuando nos miramos en el espejo no vemos una mujer común y corriente, vemos la hermosura de ser hijas de un Rey el cual suplirá la necesidad, cualquiera que sea por eso como mujeres de Dios no nos afanemos por el vestir porque sea cual sea la necesidad el suplirá… es promesa de Dios y lo dice en la palabra en Mateo 6:25,28 y Mateo 7:9.

"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?... Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?".

Dios conoce la necesidad de cada una de nosotras por lo tanto debemos de depender en todo momento de él en todo.

En la cita de Deuteronomio 22:5, muy claro lo dice el hombre no vestirá con atavió de mujer y la mujer no vestirá con atavió de hombre… vamos a recordar que en las epístolas encontramos esa cita que dice todo me es licito pero no todo conviene.

"Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna". 1 Corintios 6:12.

Quiere decir que todo lo podemos hacer pero no todo lo que hacemos nos conviene.

Ejemplo… podemos disfrutar de todo lo que Dios le ha permitido al hombre crear con sus manos y hasta compartir con los pecadores así como Jesús compartió con ellos pero recuerden que una cosa es compartir y otra cosa es practicar y participar de su pecado… como nos dice en Romanos 1:32.

"quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican".

Tales cosas se encuentran en los versículos 29,30 del libro de Romanos 1.

Hermanas vamos a cuidarnos ya que en 1 Timoteo 4:1-3, nos dice que en los últimos días entrara la apostasía dentro de las iglesias y vendrán aquellos vestidos de ovejas que van a querer predicar otro evangelio que el que los apóstoles nos enseñaron.

Hermanas cuídense de no caer ya que seria triste que después de haberle servido al Señor por tanto tiempo y dado una vida entera nos quedemos por querer ser un poco coquetas.

La mujer de Dios no puede ser coqueta, especialmente la mujer de Dios casada, pues no seria bueno que por esa coquetería le diera lugar al enemigo para hacer caer a un siervo de Dios.

Por eso la palabra nos habla del atavió de la mujer debe ser…

"considerando vuestra conducta casta y respetuosa". 1 Pedro 3:2.

Sí, sean coquetas con sus esposos... sométanse a sus maridos, háganle cariñitos, mímenlos y quiéranlos muchos y no habrá mujer que se les pueda parar al lado.

Los tiempos de la era pasada ya no están pues yo no conozco mujer hoy en día que no se arregle el cabello solo recuerda que con esto la palabra nos enseña en 1 Corintios 11:10, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza por causa de los ángeles.

1 Corintios 11:14,15 nos dice que…

"La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello".

El cabello en la mujer es su velo, y para que no tengan que usar velo pues su cabello le sirve de velo.

Aquellas que optan por cortarse el pelo deben de esconder su vergüenza pues si es honroso para la mujer dejarse crecer el cabello.

¿El cortárselo no le seria deshonroso?

Déjate tu pelo largo como el Señor ha dispuesto en su palabra.

Es lindo saber que a mi Rey le agrada, que cuando el Espíritu me toca en todo su esplendor y mi cabello me cubre mi rostro y nadie puede ver la luz que brilla en mi, en esos momentos yo estoy asolas con Dios, me deleito en el Señor porque el se deleita en mi.

Yo siento y creo que la persona que se desvía de la palabra es porque quiere, porque toda respuesta se encuentra ahí.

No usemos la palabra de Dios para apoyar nuestra forma de ser y nuestra forma de llevar el evangelio a nuestro propio gusto y antojo, cuando al final se sabrá quien es quien pues la misma palabra nos dice en Jeremías que solo Dios conoce nuestros corazones pues es en el corazón donde maquinamos el mal.

La mujer de Dios no tiene que ser coqueta, ni seductora, puesto que el Señor es tan lindo y tan grande que te va a dar lo que tú necesitas y te lo va a dar… bueno si esperas en él.

La mujer de Dios debe ser humilde, mansa, sencilla como Sarai, como Rebeca, como Rut como Noemí, como Esther, como Deborah, como Maria la madre de Jesús, la cual halló gracia en los ojos de Dios para llevar tan gran encomienda.

La mujer de Dios debe brillar donde se pare y entre mas sencilla y mas humilde mucho mejor porque mas el Señor se agrada de ellas y así como Pedro alabó la sencillez y humildad y el respeto con el cual Sara le hablaba a Abraham así será alabada la mujer que teme a Dios y eso es promesa de Dios.

Proverbios 31:30 dice…

"Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada".

Proverbios 31:10 dice…

"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas".

En cuanto al hombre de hoy en día.

El hombre de Dios no le gusta la mujer que coquetea, ni que le guste llamar la atención.

Eso para mí es inseguridad y la mujer de Dios es la mujer que más segura que hay porque reconoce que entre más sencilla y mas humilde y mas sierva de Dios sea mas cerca esta de las bodas del cordero.

El hombre de Dios se reconoce porque esté no mira figura o cara, este mira a la mujer espiritual y busca una mujer espiritual.

Recuerden que ante todo viene lo espiritual después lo material y por último lo carnal.

Vamos a respetar los ideales de cada persona y no critiquemos a esas mujeres que se han esmerado en permanecer santificadas para el Señor, estas son las ancianitas que yo veo con pelo largo pasándole las cintura, sin maquillajes, y llenas del Espíritu de Dios.

Hay un refrán que dice… que aunque la mona se vista de seda mona se queda.

Yo prefiero hallar gracia en los ojos de mi Dios y el favor de mi Dios antes que todo lo material porque una mujer en las manos de Dios es lo más bello que hay.

¡Y recuerden que la mujer de Dios con o sin, es bella, porque el brillo que no te puede dar el maquillaje te lo da Dios!

¡Porque el brillo que no te puede dar el mundo, ni el maquillaje, proviene de Dios!

Que el Señor bendiga a todas esas mujeres valientes.

¡Ayuda idónea, ejemplo de fortaleza eres tú, paño de lágrimas cuando el siervo desmaya, ahí estas tú!

Amén.

martes, 16 de octubre de 2007

Ojos codiciosos


EDITORIAL


"Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, " (2a de Timoteo 3:2 al 4)

La sociedad actual ha abandonado toda clase de moralidad y se lanza detrás de la impureza y la maldad de forma asombrosa.Hoy en día se ha adoptado una forma de vida que no apela ni a las más mínimas reglas de conducta y aún ha echado fuera toda clase de principios que son necesarios para una vida estable.

Los jóvenes viven entregados a los pecados sexuales, los adultos viven para sí mismos y los niños observan el degenere de éstos para luego imitar tan vergonzoso ejemplo.
En realidad, la Biblia ya había profetizado todo esto, pero ¿qué sucede cuando aún los llamados "hijos de Dios" son arrasados por las mismas formas de conducta? Esto es la peor tragedia que existe: cuando aquellos que deberían ser la luz de este mundo, participan en los mismos pecados y se enredan en las mismas tinieblas.
Le invitamos a reflexionar en el siguiente artículo escrito por David Wilkerson, que sin duda arrojará la luz a aquellos que con corazón sincero, teman a las palabras de Dios.

Editores (tomado de la revista cristiana Avivamiento)



“OJOS CODICIOSOS”
Por David Wilkerson


Yo no tengo una televisión o una videocasetera, y por la gracia de Dios he sido guardado de toda forma de pornografía; pero considera a los cristianos que tienen una televisión y también cablevisión. Son más de las diez de la noche y los niños están en sus camas, y se sientan a ver una película para adultos. Ante sus propios ojos ven adultos fornicando y practicando toda clase de maldad del infierno. Tanto su espíritu como su cuerpo son capturados por eso. O podría ser este escenario: estás lejos de tu casa y nadie te conoce. Te sientes solo y un curioso impulso viene sobre ti. El enemigo de tu alma te susurra: “¡Vé esta o aquella película, sólo una vez, después puedes arrepentirte!”- Entonces tú vas a una película para adultos o de media noche.

Esta es corrupta y te hace sentir sucio y pecador. ¡Sales del cine vacío! O supón que en vez de salir, simplemente le cambias a una película sucia en la habitación del cuarto del motel. ¡Ahí mismo en el cuarto el Espíritu Santo se va contristado, viendo cómo un hijo de Dios tiene sus ojos pegados a una película vil, inmunda y sensual! Y aquí está un último escenario: ¡caminando por la calle te detienes en un puesto de periódicos contemplando todas las revistas pornográficas (Play Boy, Pent House, etc.) y toda una colección de otras revistas viles! ¡Sólo mirando! Pero compras un periódico y la revista pornográfica, escondiéndola entre las páginas del periódico. Te la llevas a tu casa y la escondes, y la sacas secretamente para anhelar lo que está en las fotos.
Después de un tiempo te deshaces de ella con disgusto, diciendo: “¡Nunca más! Esto es tonto, es ridículo, ¿Quién lo necesita?”
Pero hay algo todavía más serio: supón que yo camino por las calles para ir a trabajar o para ir a la iglesia o para tomar el camión o el metro, y mis ojos están codiciando, ¡siempre mirando! ¡Satanás hace alarde de la carne en todo lugar! ¡Muchos se visten, caminan y actúan como si estuvieran poseídos por demonios! Son como pornografía caminando, tentando a tus ojos.
Aunque hombres y mujeres son igualmente culpables de tener ojos “codiciosos”, los hombres son probablemente más susceptibles a ello. Las esposas tienen cuidado de hacia donde ven, mientras que sus esposos cristianos voltean sus cabezas y siguen a las mujeres con sus ojos codiciosos, en los restaurantes ¡y aún en la iglesia! ¡Las esposas observan los ojos de sus esposos! Nada es más irrespetuoso para una esposa, o más degradante, que un esposo que codicia con sus ojos, ¡en su presencia!
En la ciudad todo esto se intensifica por el evidente número de personas, la propaganda sensual y la forma en que se visten los inicuos. Años atrás, aquí en Nueva York, ¡las mujeres usaban vestidos hasta el piso! Ellas eran modestas (recatadas), todavía sentían vergüenza. Era vergonzoso aún dejarse ver el tobillo. ¡Hoy en día muchas mujeres se visten como prostitutas que rondan en busca de su presa! Aún hace cincuenta años, la mayoría de ellas habrían sido llevada por patrullas de policía, cubiertas con chamarras y, ¡acusadas de exposición indecente! Puedes estar seguro de que las tentaciones se pondrán peores entre más nos acerquemos al fin de este siglo. Va a ser algo terrible.
La pregunta es: ¿por qué un verdadero hijo de Dios pondría sus ojos en tan inicua obscenidad? Sabemos que la codicia de los ojos es una de las batallas más grandes que están siendo peleadas por los cristianos hoy en día. Me tocó ver a un hombre que cargaba su Biblia en la esquina de las calles 68 y Broadway. Al pasar junto a él una mujer que traía puesta una mini-falda, cruzó la calle, mirando hacia atrás todo el tiempo, arriesgando su vida por el tráfico. ¡Qué terrible parecía aquello! La Biblia se veía fuera de lugar. Esta es una batalla que está siendo peleada por ministros, licenciados, doctores, políticos, gente de todo tipo de vida y de cada nacionalidad. Existen miles que dan rienda suelta a esto secretamente, y quisieran que nunca nadie lo supiera, y otros miles caen en esto sólo de vez en cuando. Pero esto ejerce dominio sobre ellos y parecen no poder ser completamente libres.
Yo quiero hablarles aquí solamente a aquellos quienes buscan agradar al Señor y caminar en santidad. ¿Por qué existe esta atracción perversa? ¿Por qué algunos siguen haciéndolo? ¿Por qué los ojos codiciosos? Isaías habló de las hijas de Sión que tenían “ojos desvergonzados” u ojos desviados y codiciosos: “… las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies…” (Is. 3:16). David oró: “Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino” (Sal. 119:37). “No pondré delante de mis ojos cosa injusta…” (Sal. 101:3). Proverbios 4:25 dice: “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante”. ¿Por qué no mantenemos nuestros ojos mirando lo recto, lo puro y hacia adelante?

Los ojos codiciosos están relacionados con un corazón trastornado e insatisfecho

No estamos reconociendo que el problema del ojo refleja un problema del corazón aún más profundo. Dios tiene que llevarnos a ver que algo no está todavía restaurado en nuestros corazones, que existe una raíz cau-sante de tener ojos codiciosos y lujuriosos.“Y sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Prov. 4:23).

No estamos tomando este asunto tan seriamente como Jesús lo hace. Él hace de este problema con el ojo un tema de vida o muerte. No es algo que se quita con el tiempo. Por el contrario, es algo con lo que se debe tratar en el temor de Dios, decisiva y despiadadamente. Debemos reconocer que Jesús dijo que nos podría enviar al infierno si no tratamos con esto de una vez por todas. ¡Jesús dijo que un ojo perverso debe ser sacado!

Déjenme decirles cómo surgió este mensaje. Anteriormente mencioné que vi a un hombre mirando a una mujer con minifalda, y qué mal me sentí por él. De hecho, yo pensé: “¡Eres un hombre sucio!”, pero el Espíritu de Dios me reprendió amorosamente diciendo: “Él es tu espejo. ¡Tú has estado haciendo lo mismo! Tal vez no con una Biblia en la mano, pero tú no has estado guardando tus ojos como debieras”. En aquella noche y hasta este mismo momento el Espíritu Santo puso un temor santo en mí, previniéndome de que lo que yo miro es un asunto muy serio para con el Señor. No es un rollo legalista de esclavitud. Es la vida y la muerte. Es imposible tener un corazón puro y tener ojos indisciplinados. La lascivia del ojo es una extensión de la lascivia que hay en el corazón.

La Biblia dice que hay algunos “... quienes aún mientras comen con vosotros... tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar...” (2 Pe. 2:13-14). Ellos vienen a la casa de Dios a comer con nosotros. Escuchan y disfrutan la Palabra, pero están llenos de lujuria. Esto involucra tanto a mujeres como a hombres. Ellos pretenden desear a Cristo. Dicen todas las palabras correctas, pero tienen una cosa predominante en sus mentes. Ellos están locos por las mujeres y ellas enajenadas por los hombres, ¡con ojos codiciosos! Yo he tenido a muchos de estos que vienen a mí por oración, diciendo: “No puedo aguantarlo, algo viene sobre mí. ¡La lujuria me arrasa! ¡Tiene que ser algo demoníaco!” Un ministro que fue sorprendido con ocho mujeres en su iglesia me dijo: “Todo comenzó cuando yo tenía quince años con la empleada doméstica en nuestra casa. Luego se hizo un hábito y yo no veía nada malo en hacerlo”.

En todos estos casos, es la carne, no los demonios, reinando. “Sabe el Señor... reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne andan en concupiscencia e inmundicia… atrevidos…” (2 Pe. 2:9-10). Pedro dice: “… tienen el corazón habituado a la codicia…” (2 Pe. 2:14). La palabra “habituado” ¡tiene que ver con la desnudez! Ellos han sido obsesionados con la desnudez. Ellos lo codiciaron, lo practicaron, ¡siguieron la concupiscencia con sus ojos! Pedro dice de ellos: “El perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 Pe. 2:22). Estos son halagadores que andan al acecho. ¿Qué título tienen? ¡Embusteros internacionales! ¡Tienen todas las respuestas correctas! “Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error” (2 Pe. 2:18). Esta es una de las advertencias más fuertes y significativas en la Palabra de Dios para la Iglesia hoy en día.

Para todos ustedes que han escapado de los falsos maestros, que han salido del error y han escapado limpiamente de doctrinas de demonios, que han escapado de la corrupción de una iglesia o de un líder que era falso, estén atentos a otra trampa: un seductor retumbante, “espiritual”, y de lenguaje hipócrita enviado a ti por el diablo, justamente cuando estás más vulnerable. ¡A todas las mujeres casadas: escuchen este mensaje! Si tú has despertado espiritualmente y tienes hambre de Dios, si te has vuelto y ahora no quieres otra cosa más que a Cristo, pero tu matrimonio no es lo que debiera ser, si hay confusión y problemas, si las cosas se han vuelto amargas y él no comparte tus anhelos más profundos, si están creciendo separados: ¡ten cuidado! El diablo va a estar poniendo justo en tu camino a un hombre que parecerá tan espiritual, tan sabio, tan comprensivo. Este hombre pareciera que lee tu mente. ¡Él va a hablar como nadie que tú hayas escuchado jamás! ¡Va a ser altilocuente y agradable a tu vanidad! Tu esposo va a parecer muy insípido en comparación.Había un ministro en Canadá que conoció a una “profetisa”. ¡Cómo profetizaba! Diciéndole que su ministerio sacudiría a las naciones. Ella podía ver a través de él y entenderlo. Comparada a esta mujer, su esposa era “materialista y poco espiritual”, decía él. Ellos terminaron en una aventura con la mujer profetizando todo el tiempo, diciendo: “Así dice el Señor…” ¡Mientras cometían fornicación! Otro hombre y su esposa que ahora asisten a la iglesia de “Times Square” habían pertenecido a una comunidad que hacía mucho énfasis en el pastoreo, en donde a él se le había dicho que no estaba espiritualmente a tono con ella. El grupo forzó a la esposa a divorciarse del esposo, y luego le trajeron a otro hombre (un espectro espiritual), para que se casara con ella.

Siervos del pecado

“Les prometen libertad y son ellos mismos esclavos de corrupción…”
(2 Pe. 2:19). ¡Escuchen la advertencia del apóstol! ¡Cuídense! Estos, quienes tienen ojos llenos de adulterio, pue-den identificar a los que están atribulados. Te ofrecen una mano bondadosa o te llaman, diciéndote:
“Tengo carga por ti, el Señor me despertó y me habló de ti. Tengo un buen oído. Dime todo lo que te sucede”. Si tú estás casado o casada, y estás en el teléfono (o en persona) descargando tu corazón con alguien que no es tu pareja, ¡entonces estás pecando y jugando con fuego! Tú estás en la mismísima trampa de la que Pedro nos advierte.

Aquí está una palabra para solteros. Si tú estás buscando a Dios y dispuesto a seguir a Cristo a cualquier costo, tú vas a ser un blanco para Satanás. Él va a enviarte a tu camino a alguien que tenga lo que yo llamo “religión de luna de miel”; esto es: ¡una plática lo suficien-temente espiritual y dulce como para llevarte al altar! Una joven esposa confesó: “¡Él sonaba tan espiritual! Todo lo que hablaba era acerca del Señor. Me dijo que Cristo era todo para él, pero el día que nos casamos, él cambió”. ¡No! Él no cambió. Sus verdaderas intenciones tan solo salieron a la luz. Ella recuerda que todo el tiempo que fueron novios tuvo una lengua espiritual, pero manos pegajosas. ¡Esa es la prueba. Niégale sus pasiones animales y verás qué tan espiritual es!.
Otros rehúsan permitir que sus ojos ofendan a Cristo en ellos

Hay una escritura que me ha dado proble-mas durante años: “Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mt. 5:29). Esta es una persona que está bajo el absoluto señorío de Cristo. Si la carne o el yo estuvieran en el trono, ¿qué nos podría ofender?, mas debido a que Cristo gobierna en supremacía, entonces los ojos ofenden, cualquier cosa diferente de Cristo ¡se vuelve ofensiva! Estas palabras de Jesús nos muestran que tan seriamente toma este asunto de los ojos codiciosos. Él también menciona el mismo mensaje nuevamente en Mateo 18. ¡Dos veces en un libro! Si Cristo gobierna y reina en tu corazón, tú vas a experimentar su contristamiento ¡cada vez que miras persistentemente a cualquier hombre o mujer, o ves una revista pornográfica, o te sientas y ves, aunque sea cinco minutos, una película inmunda, o compras o rentas una película atrevida! ¡Tu espíritu clamará: “Oh, Señor, ¡te estoy ofendiendo con mis ojos!”.

“Si tu ojo derecho te es ocasión de caer...” ¿Por qué Jesús habla del ojo derecho? ¿No puede tu ojo izquierdo ver lo mismo? El ojo derecho representa autoridad. Cristo se sienta a la diestra del Padre. Puesto que Dios es Espíritu, no puede haber literalmente una mano derecha o izquierda. Por el contrario, representa la posición soberana de autoridad de nuestro Señor. De esta manera tu ojo derecho es cualquier pasión que ha asumido poder o autoridad abrumadora en tu cuerpo.

Los pecados del ojo derecho son aquellos que tienen raíces, aquellos que fácilmente nos acosan. Este se vuelve el ojo derecho de la carne, el ojo dominante cuando se cede al pecado como “instrumentos de iniquidad...” (Rom. 6:13).
Para algunos es un dominante ojo derecho de fantasía. Este es el curso de los matrimonios: esposos o esposas soñando despiertos en algo mejor; con un ojo inicuo que está ciego a la realidad y enfocado en alguna fantasía. ¡Ellos no pueden creer que Dios haga un mila-gro de sanidad, porque viven con una visión falsa de que en algún lugar hay un hombre o una mujer perfectos!

Hace algunos años yo estaba en un programa de televisión con un comediante que se había casado más de ocho veces y estaba a punto de casarse otra vez. Yo le dije: “Creo que acabo de conocer al hombre más triste en los Estados Unidos”. Más tarde, él confesó: “¡Ocho mujeres no pudieron haber estado equivocadas! Yo esperaba que ellas me trajeran felicidad. Estuve casado con una de ellas tan sólo una semana”. Puesto que ninguna podía hacerlo feliz, él podía irse. Si tú eres uno de los que sueñan despiertos, ¡necesitas un poco de colirio del Espíritu Santo en tu ojo para limpiar tu visión! Esas fantasías pueden destruir lo que queda de tu matrimonio.

Jesús dijo: “Sácalo y échalo de ti!”. Él está diciendo simple y llanamente: “¡Es suficiente, déjalo ya, no más! ¡No más fantasías perversas! ¡No más revistas y películas sucias! ¡No más ojos codiciosos! ¡Desecha ese ojo derecho! No dejes que esa pasión tenga ningún dominio. ¡Saca esa codicia de tu corazón! Cristo no te da una excusa; Él simplemente dice: déjalo o piérdete “…pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”.

Tú puedes orar, llorar por misericordia, rogar por gracia, excusarlo como debilidad, rogar desamparadamente, y aún decirle que es el trabajo de Dios y no el tuyo. Pero Jesús dice: “¡Sácalo tú, tú échalo de ti!” A nosotros no se nos mandaría a hacer algo imposible; tiene que ser posible, porque Él nos dijo que lo hiciéramos. Pero nosotros simplemente no queremos batallar contra el pecado. Por el contrario, nos plantamos enfrente de una película de la televisión, nos volvemos a algo vil, y oramos: “Dios, ¿Dónde está tu poder? ¡Libérame!” Caminamos a un puesto de revistas, tomamos una revista pornográfica , y decimos en voz baja: “Señor, ¿Dónde estás tú?”.

Escucha la advertencia de Cristo: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt. 5:28). La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que una aventura secreta rompe la confianza y arruina el matrimonio, y que fuera de la gracia de Dios nunca será lo mismo. Pero el mirar literatura pornográfica, ya sea el hombre o la mujer, y codiciar las imágenes, tienen el mismo efecto. ¡Tú eres igual de infiel! Sería lo mismo que haber estado físicamente con una prostituta. Tu adulterio mental destruirá tu relación con tu esposa. Esto hiere a los matrimonios, porque el esposo o la esposa no pueden ser igual a lo que tú viste. El diablo dice: “¡Él o ella es demasiado gordo! ¡Mira con lo que estás casado!” Las comparaciones se hacen, y lo que tú tienes ¡parece muy lejano de tu fantasía! Ahora tú miras, tus ojos codician, porque él o ella no te pueden satisfacer. Satanás ha contaminado tu mente, haciéndote sentir engañado.

En el tema de la masturbación, aún los escritores cristianos han escrito que es un medio legítimo de aliviar la tensión, que esto no es fornicación. Los cristianos solteros de ahora no consideran que entregarse a ello sea pecado, siempre y cuando todo se quede en la mente. Pero la Palabra de Dios lo llama autoindulgencia. Pablo, un hombre soltero dijo: “Sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eli-minado” (1 Co. 9:27). Pablo dijo: “… mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Co. 6:12).

El peligro para los solteros, así como para los casados es que estas pasiones y hábitos empiezan a controlar y a tomar poder sobre el cuerpo. “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Co. 6:18-20).
¿Puede Dios guardar a los solteros puros? ¿Puede darles ojos puros? “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría…” (Jud. 24). A la mujer soltera o divorciada Dios le dice: “No temas, pues no serás confundida; no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada dijo el Dios tuyo” (Is. 54:4-6).

Para los hombres jóvenes David dice por el Espíritu Santo: “Mi porción es Jehová” (Sal. 119:57).
¡Si la cosa inmunda en la que tu ojo se enfoca no es quitada, todo dentro de ti se vuelve perverso!
“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas” (Lc. 11:34-35).
Había un artículo en un periódico dominical reciente que ilustra apropiadamente estos versículos. Tenía que ver con una estrella de cine que se enamoró de su compañero de actuación. Pero esto no era recíproco. Él era amable con ella y ella malinterpretó esto como amor. Él, de hecho, tenía otra novia. Ella estaba tan obsesionada con él que perdió todo raciocinio y le mandó una muñeca desfigurada, dejándola en el escalón de la entrada de su casa; acosándolo por teléfono y con cartas. La policía se la llevó para interrogarla. ¡Esto destruyó su vida!
Esto es lo que la Palabra está hablando. Esa cosa perversa que el ojo no quiere dejar, se convierte en una obsesión. Empieza a tomar control. Todo el sentido común se va, gente inteligente empieza a hacer cosas tontas y peligrosas. La mente, cuerpo, alma y espíritu se llenan de perversa oscuridad.
Una mujer joven me dijo de cómo su amor por un hombre joven la estaba destruyendo. Ella sentía que estaba perdiendo su mente, siempre fantaseando acerca de lo que sería su vida con él. Yo hablé con él, y estaba sorprendido: “Yo en ninguna ocasión le he dado una razón para que piense que la amo. ¡Nunca hemos salido! Me la he encontrado en dos ocasiones”. Ella está ahora, al borde del suicidio, obsesionada con él, y él está herido, porque no fue su culpa. ¡Fue el ojo perverso de ella!

¿Por qué es Cristo tan insistente, tan exigente, en que esta cosa inmunda sea quitada, terminada y desechada? Porque Él conoce la horrible confusión y oscuridad que esto trae consigo. Todo lo que tú hagas estará contaminado con inmundicia. No vas a poder escuchar la voz de Dios. La luz que tú pienses que hay en ti, será oscuridad. Horribles pensamientos inicuos entrarán en tu mente. Vas a ser capaz de mentir, hacer trampa, disimular, ¡llamando a lo malo bueno y pervirtiéndote en todos tus caminos! Tú dices: “Sí hay algo que domina a mis ojos. Yo tengo mi ojo en alguien o en algo. Pero no puedo detenerme. No puedo dejarlo”. Jesús no dijo que sería fácil; pero sí que sería posible. “...mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que ser echado en el fuego eterno” (Mt. 18:8). Esto puede significar que tú termines acongojado o emocionalmente cojo. ¡Pero es una de dos, eso o el infierno! Sí, puede ser como si murieras. Algo va a morir en ti, pero se tiene que ir o arruinará tu alma.
Yo leí un sermón de un predicador famoso aquí en Nueva York, dado en una catedral al norte de la ciudad. Él dijo: “No suprimas esos sentimientos profundos. Abandónate, entrégate a ellos, de otra forma vas a destruir tu personalidad”. ¡Ese predicador va a encontrarse cara a cara con un ejército de almas condenadas en el infierno que no lo van a dejar descansar por toda la eternidad, por haberles mentido!


Jesús dijo: ¡Sácalo, échalo de ti!

viernes, 5 de octubre de 2007

Abre los cielos


“Abre los cielos”, es el titulo de una de las canciones, que están incluidas en nuestra última grabación: “Te daré lo mejor”, y es también el clamor de una generación que tiene sed de Dios y de su presencia.


En ciudad Juárez Chihuahua donde vivimos tenemos como línea divisoria con los Estados Unidos al “Río Bravo”, o “Río Grande” como lo conocen en Estados Unidos. Se dice que hace muchos años, el Río Bravo, llevaba tanta agua, que los barcos entraban desde el golfo de México hasta lo que es ahora Ciudad Juárez. En la actualidad cuando te acercas al Río Bravo, el agua te llega solo a los tobillos.


Hace algunos meses, me toco volar por la cuenca del rió Bravo. Empecé en Ciudad Juárez donde el agua llega a los tobillos, y me fui internando hacia territorio de Estados Unidos en el estado de Nuevo México.A medida que vuelas hacia el norte notas que el río empieza a llevar más y más agua; agua que es usada en los campos de riego en los Estados Unidos, pero no le llega a los campesinos de Ciudad Juárez.Al seguir la cuenca del rió aún más hacia el norte se encuentra el lago caballo y después la presa elefante. De vez en cuando abren las compuertas de la presa y los campesinos de Cd. Juárez reciben un poco más de agua para sus campos.En el norte de México, especialmente nuestro estado, es una zona desértica en la que llueve muy poco. Hace algunos años tuvimos una sequía que duro cinco años. Por cinco años no llovió nada. Las presas se secaron. Si cruzabas el estado de Chihuahua en auto, te encontrabas con un cementerio de huesos en ambos lados de la autopista. El ganado estaba muriendo por miles porque no había agua para beber, ni pasto para comer.


Muchos de los campesinos del estado abandonaron sus tierras, dejaron a sus familias y emigraron a los Estados Unidos en busca de empleo para poder mantener a sus familias. Los hijos de los campesinos, salieron a las calles de las principales ciudades del Estado a pedir dinero para poder comer algo, era una situación trágica.


A través de las escrituras encontramos una y otra vez la analogía que se hace acerca de la lluvia natural con la lluvia espiritual.Así como el campesino tiene necesidad de lluvia para sus campos, el pueblo de Dios tiene necesidad de lluvia espiritual.Como Pueblo de Dios tenemos la necesidad de un derramamiento del poder del Espíritu sobre nuestra tierra seca. Cuando esto suceda, como dice Joel 2:24, “Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebozarán de vino y aceite” Esto nos habla de un tiempo de cosecha de almas, pero también de un tiempo de refrigerio espiritual, de fiesta y celebración.


Aunque hemos visto brotes de avivamiento en algunas partes de Latinoamérica, aún no hemos visto la lluvia cubrir nuestra tierra como lo anhelamos.Como pueblo de Dios debemos clamar por lluvia. Debemos pedirle al señor que así como se abren las compuertas de las presas, abra las compuertas de los cielos y mande la lluvia sobre nosotros.

En el cielo hay abundancia de lluvia para el pueblo de Dios, pero debemos clamar por ella.Al menos que como hijos de Dios no nos veamos en el mundo espiritual como el campesino en medio de su campo con los surcos totalmente secos, volteando hacia el cielo buscando las nubes con desesperación, no podremos clamar por lluvia del cielo.


Tenemos que reconocer nuestra necesidad.Si estamos conformes con nuestra condición espiritual la lluvia nunca vendrá, pero si reconocemos nuestra necesidad y clamamos, el oirá desde los cielos y se cumplirá lo que dice el Salmo 65: 9-11 “Visitas la tierra y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios lleno de aguas, preparas el grano de ellos cuando así lo dispones.Haces que se empapen sus surcos, haces descender sus canales: La ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.Tú coronas el año con tus bienes, y tus nubes destilan grosura”La letra de la canción dice:


Abre los cielos

Los árboles del campo se han secado

El vino y el aceite se acabo

Tu viña esta desierta y sin vallado

En nuestro asolamiento hay un clamor


Coro


Abre los cielos sobre nosotros

Abre los cielos Señor, haz llover

Somos tu pueblo somos tu viña

Abre los cielos Señor, haz llover


Vuélvenos a ti y nos volveremos

Ven a darnos vida una vez más

Vuélvenos de nuestro cautiverio

Haz tu remanente regresar


Que esta sea también tu oración, y veremos un avivamiento en Latinoamérica.


Jesús Adrián Romero
(tomado del sitio vástago.com)

lunes, 1 de octubre de 2007

Consérvate pura


Lo que sigue es un testimonio de la vida real (Los nombres usados son ficticios)

Sandra, fue una jovencita común y corriente y vivía una vida normal como la mayoría de los jóvenes de su edad. A los trece años se sintió atraída por Jerry, un joven de quince el cual le correspondía igualmente.

Por un tiempo tuvieron una amistad tan pura y hermosa que solamente se dispuso a ceder que éste le tomara las manos con amor y ternura. El tiempo pasó y esa relación de niños terminó tal y como comenzó sin dejar huella alguna de tristeza ni sinsabor.

Al cabo del tiempo, más adelante en la adolescencia, otro joven, Matt, puso su mirada en ella y comenzaron un noviazgo, atraídos ambos por un sentimiento de amor. En una ocasión, habiendo disfrutado de una fiesta con amistades y familiares, un amigo de ambos se ofreció a llevarlos a cada uno a su casa juntamente con otra pareja, Sally y Carlos. El "buen" amigo se hizo el gracioso y desvió su ruta hacia otro lugar, saliéndose de las inmediaciones de la ciudad para propiciar entre ambas parejas un momento de "esparcimiento" en la carretera. Sally y Carlos, aprovechando la ocasión, comenzaron a prodigarse su "amor" sin reparo alguno. Matt besó a Sandra en la mejilla y quiso besar su boca ... y ¿saben qué? Esto provocó que esa relación terminara.

Sandra no estuvo dispuesta a permitir que en esas condiciones y en ese lugar y de esa manera Matt la besara. Se respetaba demasiado a sí misma por lo que no estuvo dispuesta a cederse ni un ápice. Más tarde Matt la llamó para disculparse, pero ya era demasiado tarde, Sandra había sufrido una desilusión muy grande por el comportamiento de Matt y el mal, pobre y triste ejemplo de Carlos y Sally.

Quiero hacer claro que Sandra no conocía al Señor JESUS aún, pero tenía temor de Dios y estimación y respeto por sí misma y por su familia. En su corazón estaba bien grabada la firme decisión y determinación que tomó un día, de que su cuerpo sería tocado solo y exclusivamente por el hombre que algún día sería su esposo. Se lo propuso y lo logró porque era el anhelo de su corazón. Se valoraba muy alto para permitir que cualquier atrevido fuera a robarle lo que para ella era su mayor tesoro, su castidad.

Llegó el día de su boda, el momento con el que sueña y anhela toda joven; se casó ante el altar de la Iglesia con traje blanco, color que simboliza la pureza, y que en su caso fue una realidad, no falsedad ni engaño. Solo un hombre la ha tocado, su esposo, y es con mucho orgullo que lo testifica pues el haberse guardado única y exclusivamente para su marido le ha resultado en muchas y ricas bendiciones. No tiene nada de qué avergonzarse y vive agradeciéndole a Dios toda la vida el que la haya guardado

Jovencita ... no tengas en poco, lo que para Dios es de mucho valor. Consérvate pura y podrás, en su tiempo, disfrutar plenamente de los momentos más sublimes y hermosos con el hombre que Dios ponga en tu camino para que sea tu marido; sin vergüenza, sin sentimientos de culpa, ni malos recuerdos que empañen tu vida. No dañes ni estropees tu futuro cuyo éxito y bienestar depende, en gran medida, de tu cordura y prudencia de ahora. No te dejes impresionar por lo que te digan algunas "amistades" ni trates de imitar a la mayoría cuyos valores de vida están muy por debajo de lo que tú te mereces. Dispón en tu mente y corazón el ser diferente, aunque tengas que enfrentar situaciones difíciles por no querer seguir la corriente y querer permanecer a la altura de lo que Dios demanda de tí. Al final tú saldrás ganando y tendrás tu recompensa y el resto tendrá que aceptar, demasiado tarde y sin remedio, que ellas y ellos eran los que estaban bien mal. Jugaron con fuego y se llegaron a quemar, y sabe Dios cuántas horribles consecuencias tendrán que enfrentar. ¡No te dejes engañar!


Crea conciencia de que debes de guardarte, estimarte, valorarte y protegerte con mucho celo y preocupación en el presente. Se lo agradecerás a Dios y te sentirás feliz contigo misma. Estarás desde ahora estableciendo el fundamento de un futuro hogar en el orden de Dios, del cual, tu esposo y los hijos que tengas se sentirán orgullosos y agradecidos. NO TE ARREPENTIRAS.
"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,antes de que vengan los día malos, y lleguen los añosde los cuales digas No tengo en ellos contentamiento"

"El fin de todo discurso oído es este:Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto esel todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio,juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala."Eclesiastés 12:1, 13-14---

Pasa la voz de ALERTA y trata de contagiar con tu testimonio y madura forma de pensar a todos los jóvenes que puedas alcanzar. La sociedad actual está bastante corrompida y necesita contar con valientes que estén dispuestos a sanarla en lo que sea posible, defendiendo y ensalzando la moral y la integridad. Revoluciona estos medios, tu escuela y tu comunidad con la ADVERTENCIA más importante del momento con relación a la virginidad. Unete al grupo de jóvenes atrevidos que se han levantado contra toda ola de inmoralidad diciendo a todos que la única forma digna e inteligente de parar la promiscuidad sexual y los embarazos fuera de tiempo está en gritarle al mundo: SI, a la abstinencia y NO, a la degradación sexual. SI, a los valores y dignidad y NO, a las bajas pasiones que solo traen desequilibrio y confusión a la sociedad.