miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ven al dulce Jesus!

El canto que leerás al final de este escrito es uno de hace algún tiempo (mucho diría yo) ...Recuerdo cuando era adolecente lo escuchaba pero no le ponía atención , es mas, creo que no me agradaba ...lo consideraba aburrido ....
Hace unos días estaba charlando con una persona acerca del sacrificio de Jesús por nosotros en la Cruz y zasss!! vino a mi mente ese canto ...inmediatamente se lo hice saber a mi amigo y le dije que no le recordaba en su totalidad , solo recordaba el coro , que dice <>....
El muy amablemente me dijo que lo recordaba y me dió una copia del canto , la cual adjunto ....
En el momento en que me la envió comencé a leerlo , me parecían frases tan preciosas , tanto que me conmovieron en lo más profundo.....realmente es un mensaje verdadero, lo que Dios puede hacer por tu vida y por la mía , no tiene comparación ...El es la fuente , el agua que puede saciar la sed que hay en ti.
No me dejarás mentir , en alguna ocasión has estado rodeado de personas , tienes todo lo que necesitas , pero hay algo ...hay algo que te falta y no sabes que es ....te sientes triste , te sientes ansioso ...hay un vacío ......Puedes decir: (como alguien me dijo) <> ...puede que sea común en todas las personas , pero no es normal ...pienso que nos hemos acostumbrado a sentirlo , eso es otra cosa ....
Cuando nos sentimos así , vemos con que llenar esa necesidad que sentimos dentro de nuestra alma...lo hacemos probando a ver que es lo que no s puede quitar esa necesidad : sexo, amig@s, fiestas, borracheras, compañía, etc....

Te pregunto , te ha llenado alguna de esas cosas cuando te has sentido solo?....me podrás responder que si ...lo se...pero solo es un momento , verdad?....luego vuelve..se convierte en un circulo.....
Yo he encontrado la medicina para es mal , se llama JESUCRISTO ....El dijo :

"Yo soy el pan de vida—declaró Jesús—El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. "


Juan 6.35

No son solamente palabras , eso que lees ahi me ha llenado a mi ....yo quiero a traves de este medio hacerte un llamado a ti que te sientes solo, estas triste, te han abandonado los que se decían tus amigos, tienes problemas en tu matrimonio quizá, ó tu familia es como un barco hundiendose en medio del mar de este mundo ...no se realmente cual sea tu estado en este momento , pero te aseguro que Dios si lo conoce ....y quiere entrar hoy en tu vida y hacerse dueño de ti, nada de socio..sino DUEÑO Y SEÑOR de tu alma....dale la oportunidad de que te demuestre cuanto te ama ....deja ya la vanidad de este mundo ....ven a El ...El te espera con los brazos abiertos.

Si deseas conocer más de El ....lee la Biblia ..ahi estan sus Palabras y mandamiento ....búscale, siguele ..no te fallará...quieres salvar tu vida ....quiere darte vida eterna...y vida abundante aca en la tierra...

Dios te Bendiga!

E.R.

PECADOR, VEN AL DULCE JESÚS

Pecador, ven al dulce Jesús,
Y feliz para siempre serás:
Si en verdad le quisieres tener,
Al divino Señor hallarás.

CORO
//Ven a él, ven él,
Que te espera tu buen Salvador//

Si cual hijo que necio pecó
Vas buscando a sus pies compasión,
Tierno Padre en Jesús hallarás,
Y tendrás en sus brazos perdón.

CORO

Si enfermo te sientes morir,
El será tu Doctor celestial;
Y hallarás en su sangre también
Medicina que cure tu mal.

CORO

Ovejuela que huyó del redil,
¡He aquí tu benigno Señor!
Y en los hombros llevada serás
De tan dulce y amante Pastor.


Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.


jueves, 20 de agosto de 2009

DAR GRACIAS


Oigan las palabras de Jonás: “Me echaste a lo profundo…me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí…rodeóme el abismo…descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre” (Jonás 2:3-6).

Jonás había tocado fondo, sepultado en el vientre del gran pez. Estaba luchando por su vida, lleno de desesperación, vergüenza y culpa. Tenía una carga pesada en el corazón, literalmente descendió más bajo que cualquier otra persona. Pensó que Dios lo había abandonado.

Así que, ¿Cómo hizo Jonás para salir de su hoyo? Dicho en palabras simples, ¡él pasó la prueba! “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová…con voz de alabanza te ofreceré sacrificios…” (Jonás 2:7,9).

Jonás no recibió ninguna palabra de liberación. El se encontraba en una situación sin esperanza, lleno de oscuridad y melancolía, estaba a punto de desmayar. Sin embargo, llegó a tal punto, que dijo: “¡Voy a dar gracias al Señor!”

En medio de sus problemas, Jonás entra en la presencia del Señor y ¡ofrece acción de gracias! Dios le respondió: “Eso es lo que quería escucharte decir, Jonás. Has confiado en mí en medio de toda tu situación, ¡acabas de pasar la prueba!”.

La Escritura dice: “Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra” (versículo 10). Con una sola orden del cielo, el pez escupió a Jonás a la orilla. Y ese hombre agobiado, debe de haberse revolcado en playa gritando: “¡Soy libre! ¡Soy libre!” Probablemente danzaba mientras quitaba las algas de su cabeza, ¡porque ya se encontraba en el altar de acción de gracias!


Cuando no tenga lugar a donde voltear, voltee a la acción de gracias. Dele gracias al Señor por su perdón, por librarlo de todos sus pecados del pasado. Dele gracias por librarlo de la boca del león, por darle una morada nueva en los cielos, por todas sus bendiciones del pasado, por todas sus promesas, por todo lo que El va a hacer. En todo, ¡dele gracias!

“Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo” (Salmos 92:1).

“Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo; e invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás” (Salmos 50:14-15).

DAVID WILKERSON

DEVOCIONALES

miércoles, 15 de julio de 2009

Ven, haz tu trabajo en mi!


Yo creo que si un Cristiano tiene intensidad por tener una vida santa – si desea darle su todo al Señor – sólo puede haber una razón por la que él falla en disfrutar las bendiciones y la libertad prometidas por el morar del Espíritu Santo. Esa razón es incredulidad. Tan seguro como Jesús no pudo hacer milagros donde había incredulidad, de igual manera su Espíritu no puede hacer nada en nuestras vidas cuando albergamos incredulidad.

Es vital para cada seguidor de Jesús no juzgar las promesas de Dios de acuerdo a experiencias pasadas. Si nos entregamos completamente a sus promesas – creyéndolas con todo nuestro ser, confiando en él por un suplir de fe, comprometiendo al Espíritu a sus propias palabras – entonces podremos saber que los resultados son todos responsabilidad de Dios. Y podremos estar firmes en el día del juicio, sabiendo que fuimos fieles. Nosotros simplemente no podemos perder nuestro deseo de entrar en su bendición prometida.

Hubo un tiempo en mi vida cuando tuve que entregar my futuro eterno a las promesas de Dios. Me determiné a confiar en su Palabra y arriesgué mi propia alma. Yo le hice este desafío al Altísimo Dios: “Señor, yo voy a creer que me has dado tu Espíritu Santo. Yo creo que sólo él me puede liberar de cada cadena que me ata. Yo creo que él me convencerá de mis pecados, me guiará y me dará poder para vencer. Yo creo que él me causa que obedezca tu Palabra. Y yo creo que él nunca se irá de mí, ni dejará que yo me vaya de ti. Yo no limitaré a tu Espíritu en mí. Yo esperaré en él, lo visitaré y confiaré en él – ya sea que viva o muera.”

“Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, oíd palabra de Jehová! (Ezequiel 37:4). Tenemos que hacer lo que el Señor le dijo a Ezequiel que hiciera – orar la Palabra de Dios. Tenemos que recordarle al Espíritu Santo las promesas que Dios nos dio. Tenemos que decirle, “Espíritu Santo, el Padre celestial me prometió que te pondría en mi corazón – y me he comprometido a esa promesa. Me rendiré a ti y cooperaré, porque quiero ser santo. Tú dijiste que causarías que yo camine en sus caminos y obedezca cada una de sus palabras. Yo no sé cómo planeas hacer eso – pero tú has hecho un juramento y tú no puedes mentir. Espíritu Santo, todo esto está escrito en la Palabra. Así que ven – haz tu trabajo en mí. A esta promesa, yo he confiado mi propia alma.”

David Wilkerson



miércoles, 17 de junio de 2009

Que el Señor lo encuentre haciendo asi....


Recientemente, volví a leer la historia de la vida de George Muller, el cual en los mediados de 1830, cuidó de más de 2000 huérfanos en Inglaterra – todo con fe en Dios. Muller era conocido como el hombre que recibió respuestas a sus oraciones. Antes de morir, él había hecho una lista en su diario de más de 50,000 respuestas a la oración.


Cuando le preguntaron cómo él determinaba la voluntad de Dios en cualquier cosa, Muller hizo una lista de lo que él consideraba que era necesario:

1. “Yo pongo mi corazón en tal estado, que no tenga voluntad propia acerca de ninguna cosa.”

2. “Yo no dejo los resultados a las emociones o simples impresiones. Eso puede abrirlo a grandes desilusiones.”

3. “Yo busco la voluntad de Dios a través de, o en conexión con, su Palabra. Si usted busca al Espíritu sin la Palabra, usted se abre a la desilusión.”

4. "Yo considero las circunstancias providenciales (controladas por Dios).”

5. “Yo le pido a Dios en oración que me revele su voluntad.”

6. “Yo me aseguro que tengo una conciencia clara ante Dios y los hombres.”

7. “Cada vez que he escuchado a los hombres en lugar de Dios, he cometido errores serios.”

8. “Yo actúo sólo cuando estoy con paz, después de mucha oración, esperando en Dios con fe.”



Aquellos que caminan por fe, buscando sólo la voluntad perfecta de Dios, son dolorosamente probados y tratados. Más y más en mi propia vida, estoy encontrando cuán importante es la oración ferviente y la lectura de la Biblia. Tristemente, no muchos del pueblo de Dios oran diligentemente hoy en día. En lugar de orar, hay muchas horas de Televisión y poco de esperar en Dios.



Cuando yo me entrego a la oración, mi fe se levanta. Y cuando me alimento de la Palabra de Dios, mi confianza en su poder para guiarme y ayudarme aumenta. El Señor se vuelve mi banquero, mi consejero, mi abogado.

Que usted lo encuentre haciendo lo mismo por usted.

David Wilkerson


lunes, 15 de junio de 2009

EL Cielo



Pablo estaba agradecido por su vida, su llamado, su ministerio. Yo creo que él amaba al pueblo de Dios con una pasión. Pero a lo largo de sus años de ministerio, el continuo deseo de Pablo era irse a estar con el Señor. Su corazón simplemente estaba ansioso de estar allá.



El apóstol Pablo se refiere al cielo cuando él habla de haber sido llevado al paraíso. Él dice que vio y escuchó cosas allí que asombraron tanto su mente que él no tenía palabras para describirlo. Por la descripción de Pablo, usted percibe la idea que si él pudiese explicar lo que vio, nuestras mentes humanas no podrían entenderlo.



La Biblia nos dice que en el cielo nosotros gobernaremos con el Señor como “reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:10). Estaremos como siervos allí y “sus siervos le servirán” (22:3).



Pablo jubilosamente dice, “Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57). Muchos Cristianos citan este verso diariamente, refiriéndose a sus pruebas y tribulaciones. Pero el contexto en el cual Pablo está hablando, sugiere un significado más profundo. Tan sólo dos versos anteriores, Pablo declara, “Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (15:54-55).



Pablo estaba hablando elocuentemente sobre su anhelo por el cielo. Él escribió, “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial” (2 corintios 5:1-2, énfasis mío)



El apóstol luego añade, “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor” (5:8).



De acuerdo a Pablo, el cielo – estar en la presencia del Señor por toda la eternidad – es algo que tenemos que desear con todo nuestro corazón.



Amado santo, haga del cielo su deseo ferviente. ¡Jesús está viniendo por aquéllos que anhelan estar con él allí!


David Wilkerson
(devocionales)


lunes, 13 de abril de 2009



LA VIDA RENDIDA

“Rendir.” ¿Qué le dice esta palabra? En términos literarios, rendir significa “desprenderse de algo y entregárselo a otra persona.” También significa despojarse de algo que le ha sido otorgado a usted. Esto puede incluir sus posesiones, su poder, sus metas, y aún su vida.

Los Cristianos hoy en día escuchan mucho acerca de la vida rendida. Pero, ¿qué significa eso, exactamente? La vida rendida es un acto de entregarle de vuelta a Jesús la vida que él le otorgó. Es renunciar al control, a sus derechos, poder, dirección, a todas las cosas que usted hace y dice. Es resignar totalmente su vida a las manos de Jesús, para que él haga como le plazca.

Jesús mismo vivió una vida rendida: “He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Juan 6:38). “Pero yo no busco mi gloria” (8:50). Jesús nunca hizo nada por sí mismo. Él no se movió ni habló ninguna palabra sin ser instruido por el Padre. “…nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo…porque yo hago siempre lo que le agrada” (8:28-29).

El rendimiento completo de Jesús al Padre es un ejemplo de cómo debemos vivir. Usted podrá decir, “Jesús era Dios encarnado. Su vida ya estaba rendida antes de venir a la tierra.” Pero la vida rendida no se le impone a nadie, incluyendo a Jesús.

“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar” (Juan 10:17-18).

Jesús nos estaba diciendo, “No se equivoquen. El acto de rendirme, está totalmente a mi poder el hacerlo. Yo escojo poner mi vida. Y no lo hago porque algún hombre dijo que lo haga. Nadie está tomando mi vida de mí. Mi Padre me dio el derecho y privilegio de poner mi vida. Él también me dio la libertad de poder pasar esta copa y evitar la cruz. Pero yo elijo hacerlo por amor y porque me entrego totalmente a él.”

Nuestro Padre celestial nos ha dado a todos nosotros el mismo derecho: el privilegio de escoger una vida rendida. Nadie es forzado a entregar su vida a Dios. El Señor no nos hace sacrificar nuestra voluntad y entregarle de vuelta nuestra vida a él. Él libremente nos ofrece una Tierra Prometida, llena de leche, miel y fruta. Pero nosotros podemos elegir no entrar a ese lugar de abundancia.

La verdad es que, podemos tener tanto de Cristo como queramos. Podemos ir tan profundamente en él como nosotros elegimos, viviendo totalmente por su palabra y dirección.



David Wilkerson
Devocionales.

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miércoles, 18 de marzo de 2009

Quien soñó este plan de sobreviviencia??





“Y vino a él [Elías] palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán” (1 Reyes 17:2-3).

Mientras Elías miró hacia delante a la crisis que se avecinaba, su situación le debió de haber parecido absolutamente desesperante. Pero Dios tenía un plan específico de sobrevivencia en mente para su siervo fiel. Él instruyó al profeta, “Ve hacia el Este al Río Jordán, y encontrarás a Querit, un pequeño arroyo. Ahí puedes conseguir toda el agua que necesites beber. ¡Además, yo he arreglado todo para que alimento te sea entregado todos los días, por mis cuervos mensajeros!”

¿Cómo podría una persona soñar en esta clase de plan de sobrevivencia, aun si tuviese un millón de años de tiempo para hacerlo? ¿Cómo podría Elías haberse imaginado que se lo enviaría a un arroyo escondido para encontrar agua para beber, si en toda la tierra había sequía? ¿Cómo pudiera haber pensado que una provisión de pan le sería entregada por cuervos los cuales siempre se comen todo lo que pueden agarrar con sus picos?

Más tarde, las cosas se pusieron más difíciles para Elías, porque el arroyo se secó finalmente. Pero Dios se encargó nuevamente, dándole al profeta una palabra fresca de dirección. El dijo, “Levántate, vete a Sarepta de Sidón y vive allí; ahí le he dado orden a una mujer viuda que te sustente” (v. 9). Nuevamente, yo tengo que preguntarle a usted - ¿cómo podría alguien imaginarse que una pobre mujer viuda, en medio de una depresión económica, podría alimentar a un hombre por días, semanas, y meses sin parar? Pero el hecho es que, Dios usa las cosas más despreciadas, e insignificante de este mundo para su gloria. Y él le dijo a Elías, “Si tú vas donde ella, y haces lo que te digo, sobrevivirás. ¡Escúchame – has caso a mi dirección – y saldrás hacia adelante!”

La evidencia es abrumadora: Dios – nuestro consejero, abogado experto en sobrevivir – ¡tiene un plan detallado para cada uno de sus hijos, para ayudarnos a enfrentar los peores tiempos!
Publicado por David Wilkerson en 0:57

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miércoles, 28 de enero de 2009

Oración Rick Warren


La oración hecha por Rick Warren el día de toma de la presidencia de Obama de los Estados Unidos , me parece una petición muy bella y una manera de darle el lugar a Dios en todo lo que hacemos , ya que El es quien pone y quita reyes y el hecho de que la muchisimas personas no le den la importancia que El tiene para nuestras vidas, no quita esa verdad , pues El es el único que merece la Honra y la Gloria por los siglos ......


(NoticiaCristiana.com) Cientos de miles de personas, el presidente y su familia se unieron a la oración de Warren, con los ojos cerrados y en actitud respetuosa, pidiendo perdón a Dios por los pecados, recordando a Martin Luther King como un santo en el Cielo y sin olvidar que, algún día, todas las personas y las naciones rendirán cuentas ante Dios.

El pastor evangélico, autor del libro "Una vida con propósito", que ha vendido más de 12 millones de ejemplares, oró en el Nombre de Jesucristo, al que mencionó por su nombre en árabe (Isá), en hebreo (Yeshuá) y en inglés, y acabó con un padrenuestro. Esta es la oración completa, que la prensa en español apenas ha recogido o mencionado.

Dios Todopoderoso, Padre Nuestro, todo lo que vemos y lo que no podemos ver existe solo por Ti. Todo viene de Ti, todo te pertenece, todo existe para tu gloria. La Historia es tu historia.

La Escritura nos dice: "Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, Uno es el Señor". Y tú eres compasivo y misericordioso y amas a todos los que has hecho.

Ahora, hoy, nos regocijamos. No sólo porque en América ha habido una transferencia de poder pacífica por 43ª vez. Celebramos un punto crucial en la historia con la inauguración de nuestro primer presidente americano-africano de los Estados Unidos.

Estamos muy agradecidos de vivir en esta tiera, una tierra de posibilidades sin igual, donde el hijo de un inmigrante africano puede subir al más alto nivel de nuestro liderazgo. Y sabemos hoy que el doctor King y una gran nube de testigos están gritando en el Cielo.

Da a nuestro presidente, Barack Obama, la sabiduría de dirigirnos con humildad, el coraje de dirigirnos con integridad, la compasión para dirigirnos con generosidad. Bendice y protégele, a él, a su familia, al vicepresidente Biden, al Gabinete y a cada uno de nuestros líderes libremente elegidos.

Ayúdanos, oh Dios, a recordar que somos americanos. Unidos no por la raza o la religión o la sangre, sino por nuestro compromiso con la libertad y justicia para todos.

Cuando nos centramos en nosotros mismos, cuando nos peleamos, cuando te olvidamos, perdónanos.

Cuando presumimos de que nuestra grandeza y prosperidad es sólo nuestra, perdónanos.

Cuando no tratamos a nuestros compañeros, seres humanos, y a toda la tierra con el respeto que merecen, perdónanos.

Y a medida que afrontamos estos días difíciles, que nazca una nueva claridad en nuestras intenciones, responsabilidad en nuestras acciones, humildad en nuestros esfuerzos y civilidad en nuestras actitudes, incluso cuando diferimos.

Ayúdanos a compartir, a servir y a buscar el bien común de todos. Que todas las personas de buena voluntad se unan para trabajar juntas por una nación más próspera, sa
ludable, justa, y por un planeta pacífico.

Que nunca olvidemos que un día, todas las naciones, todas las personas, estaremos de pie ante Ti para rendir cuentas.

Ahora presentamos a nuestro nuevo presidente, y a su esposa Michelle y a sus hijas, Malia y Sasha, bajo tu amoroso cuidado.

Lo pido humildemente, en el Nombre de quien cambió mi vida: Yeshuá, Isá, Jesús. Jesús, que nos enseñó a rezar:

"Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre. venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas, como perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del Mal. Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, por siempre. Amén."