viernes, 17 de agosto de 2007

A los fatigados y cansados



por Charles Haddon Spurgeon
"Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar." -- Mateo 11:28


Sin duda, ustedes han escuchado ya muchos sermones que han tenido como base este texto. Yo mismo lo he utilizado no sé cuántas veces; sin embargo, no las veces suficientes como quisiera hacerlo si Dios me presta vida. Este versículo es una de aquellas grandes e inagotables fuentes de salvación de las que podemos extraer un contenido de manera permanente, sin que lleguen a extinguirse. Un proverbio nuestro dice: "las fuentes probadas son las más dulces", y entre más hurguemos en un texto como éste, se tornará más dulce y lleno de significado.En esta ocasión, voy a utilizar este versículo de una manera especial para extraer un solo punto de su enseñanza. Podría hablar, si así lo quisiera, del reposo que Jesucristo da al corazón, a la mente y a la conciencia de aquellos que creen en Él. Éste es el reposo, éste es el refrigerio que encuentran aquellos que vienen a Él, ya que podemos leer en el texto: "yo los refrescaré" o "yo los aliviaré". Tendría un tema muy dulce si hablara acerca del maravilloso alivio, del divino refrigerio, del bendito reposo que llega al corazón cuando hay fe en Jesucristo. ¡Que todos ustedes experimenten esa bendición, queridos amigos! ¡Que su reposo y su paz sean muy profundos! ¡Que no sea un descanso fingido, sino un descanso que resista las pruebas y los escrutinios! ¡Que su reposo sea duradero! ¡Que su paz sea como un río que nunca deja de correr! ¡Que su paz sea siempre una paz segura, no una paz falsa, cuyo fin es la destrucción! ¡Que sea una paz verdadera, sólida, justificable, que resista durante toda su vida y que al fin se diluya en el reposo de Dios, a Su diestra, por toda la eternidad! ¡Bienaventurados los que descansan así en Cristo! Esperamos contarnos entre ellos; y si es así, que podamos penetrar de manera más profunda en su glorioso reposo.

También podría hablar, queridos amigos, acerca de las diversas maneras en las que el Señor da descanso a los creyentes; podría dirigirme especialmente a algunos de ustedes que, siendo creyentes, no consiguen obtener el descanso prometido. Algunos de nosotros nos afanamos con las cosas de este mundo o somos atribulados por nuestros propios sentimientos; nos encontramos perplejos y sacudidos de acá para allá por dudas y temores. Deberíamos estar descansando, ya que "los que hemos creído, sí entramos en el reposo". El reposo nos corresponde por derecho: "Siendo justificados por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo"; pero, por alguna razón u otra, algunos de los que son así justificados no parecen alcanzar esta paz, ni gozar del reposo como deberían.

Tal vez, mientras hablo, puedan encontrar la causa por la que no obtienen la paz y el reposo que deberían tener. Ciertamente, nuestro Señor Jesucristo, cuando pronunció las palabras de nuestro texto, no le habló a un grupo en particular. A todos los que están fatigados y cargados, ya sean cristianos maduros o gente inconversa, Él dice: "Venid a mí, y yo os haré descansar." Ciertamente me gozaré si, como resultado de mi sermón, algunos que están tensos y quejumbrosos tal vez, con un espíritu decaído y un corazón oprimido, vienen nuevamente a Cristo, acercándose a Él una vez más, entrando en contacto nuevamente con Él, y así encuentran descanso para sus almas.
Entonces será doblemente dulce estar sentado a la mesa de la comunión, descansando en todo momento, reposando y festejando, no de pie, con los lomos ceñidos y con el báculo en la mano, como lo hicieron quienes participaron de la Pascua en Egipto, sino más bien reposando, como lo hicieron quienes participaron de la última cena, cuando el Maestro estaba reclinado en medio de sus apóstoles. Por tanto, que sus cabezas reposen espiritualmente sobre Su pecho y que sus corazones encuentren refugio en sus heridas, mientras le oyen decir: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar."Sin embargo, no es acerca de esa verdad en particular sobre la que les hablaré hoy.

Quiero tomar solamente este pensamiento: la gloria de Cristo, de manera que Él nos pueda decir algo así; el esplendor de Cristo, para que sea posible que Él diga: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar." Estas palabras, salidas de la boca de cualquier otro ser humano, serían ridículas, llegando hasta la blasfemia. Pensemos en el poeta más inspirado, en el más grande filósofo, el rey más poderoso, pero ¿quién, aun con el alma más grande, se atrevería a decir a todos los que están fatigados y cargados en toda la raza humana: "Venid a mí, y yo os haré descansar"? ¿Dónde hay alas tan anchas que puedan cubrir a toda alma entristecida, excepto las alas de Cristo? ¿Dónde hay una bahía con la capacidad suficiente para albergar a todos los navíos del mundo, para refugiar a cada barco sacudido por la tempestad que alguna vez haya surcado el mar? ¡Dónde sino en el refugio del alma de Cristo, en quien habita toda la plenitud de la Deidad y, por lo tanto, en quien hay espacio y misericordia suficientes para todos los atribulados hijos de los hombres!¡Ése será, entonces, el sentido de mi mensaje¡ ¡Que el Espíritu de Dios por su gracia me ayude a presentarlo!

I. Primeramente, fijemos nuestra atención en LAS PERSONALIDADES DE ESTE LLAMADO: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar." Si escudriñamos el texto cuidadosamente, notarán que hay una doble personalidad involucrada en el llamado. Es: "Venid todos lo que… -venid todos los que...- a mí; y yo daré descanso a ustedes." Se trata de dos personas que se aproximan entre sí, una otorgando y la otra recibiendo el descanso; pero no es, de ninguna manera, una ficción, un producto de la imaginación, un fantasma, un mito. Son ustedes, ustedes, USTEDES, que están realmente fatigados y cargados, y que, por lo tanto, son seres reales, dolorosamente conscientes de su existencia; son ustedes quienes deben de ir a otro Ser, que es tan real como ustedes mismos, Uno que es un ser tan viviente como ustedes son seres vivientes.

Es Él quien les dice a ustedes: "Venid a mí, y yo os haré descansar."Queridos amigos, quiero que tengan una convicción muy clara de su propia personalidad; porque, a veces, da la impresión de que a la gente se le olvida que son individuos distintos de todo el mundo. Si se regalara una moneda de oro, y su sonido se escuchara a la distancia, la mayoría de los hombres estarían conscientes de su propia personalidad, y cada quien miraría por sí mismo, y trataría de obtener el premio; pero a menudo encuentro, en relación con las cosas eternas, que los hombres parecen perderse en la multitud y piensan en las bendiciones de la gracia como una suerte de lluvia general que puede caer en los campos de todos de manera igual, pero no necesariamente esperan la lluvia en su propia parcela, ni desean obtener una bendición específica para sí. Entonces, pues, ustedes, ustedes, USTEDES, que están fatigados y cargados, despiértense. ¿Dónde están? El llamado del texto no es para su hermana, su madre, su esposo, su hermano o su amigo, sino para ustedes: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar."Bueno, ahora que se han despertado y sienten que son una personalidad distinta de todos los demás en el mundo, sigue el punto de mayor importancia de todos: ustedes tienen que ir a otra Personalidad. "Venid a mí" -dice Cristo- "y yo os haré descansar." Aquí les pido que admiren la maravillosa gracia y la misericordia de este arreglo.

De acuerdo con las palabras de Cristo, ustedes obtendrán la paz del corazón, no al venir a una ceremonia o a una ordenanza, sino a Cristo mismo: "Venid a mí." Ni siquiera dice: "Venid a mi enseñanza, a mi ejemplo, a mi sacrificio", sino "Venid a mí." Es a una Persona a quien deben ir, a esa misma Persona que, siendo Dios e igual que el Padre, se despojó de sus glorias y asumió cuerpo humano,

"primeramente para, en nuestra carne mortal, servir;y después, en esa misma carne, morir."Y ustedes deben ir a esa Persona; debe haber una cierta acción de parte de ustedes, el movimiento de ustedes hacia Aquel que les llama: "Venid a mí", un movimiento que se aleja de toda otra base de confianza o puerta de esperanza, hacia el que llama como la Persona que Dios ha designado y ungido para que sea el único Salvador, el gran depósito de gracia eterna, en quien el Padre ha querido que habite toda la plenitud. ¡Oh hombre glorioso, oh glorioso Dios, que puede hablar así con autoridad, y decir: "Venid a mí, y yo os haré descansar"! Les suplico que hagan a un lado cualquier otro pensamiento, excepto el de Cristo viviendo, muriendo, resucitando y subiendo a la gloria, ya que Él les señala, no la casa de oración, ni el trono de gloria, ni el baptisterio, ni la mesa de la comunión; ni siquiera las cosas más santas y sagradas que Él ha ordenado para otros propósitos; ni siquiera al Padre mismo, ni al Espíritu Santo, sino que dice: "Venid a mí." Aquí debe empezar su vida espiritual, a Sus pies; y aquí debe ser perfeccionada su vida espiritual, en Su pecho, ya que Él es a la vez el Autor y el Consumador de la fe. Adoremos a Cristo, en cuya boca estas palabras son tan adecuadas y llenas de significado; no puede ser menos que divino quien así se expresa: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar."

II. Ahora, en segundo lugar, quiero que se den cuenta de LA MAGNANIMIDAD DEL CORAZÓN DE CRISTO, manifiesta en el texto: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar."Dense cuenta, primero, de la magnanimidad de su corazón al destacar a aquellos verdaderamente necesitados para hacerlos objeto de su llamado amoroso. ¿Alguna vez se han dado cuenta del cuadro que el Señor ha dibujado mediante estas palabras? "Todos los que están fatigados." Ésa es la descripción de una bestia que tiene un yugo sobre su cuello. Los hombres pretenden encontrar placer al servicio de Satán, y le permiten que unza su yugo sobre sus cuellos. Seguidamente tienen que trabajar y batallar y sudar en lo que ellos denominan placer, sin encontrar descanso ni contentamiento en ello; y entre más trabajan al servicio de Satanás, más se incrementa su trabajo, ya que él utiliza aguijada y látigo, y siempre los está impulsando a esfuerzos renovados. Ahora, Cristo dice a esas personas que son como animales de carga: "Venid a mí, y yo os haré descansar."Pero ellos se encuentran en una peor condición de la descrita, pues no solamente trabajan, como el buey en el arado, sino que también llevan una carga muy pesada.

Muy pocas veces sucede que los hombres convierten a un caballo o a un buey simultáneamente en una bestia de tiro y de carga, pero así es como el diablo trata al hombre que se convierte en su siervo. Satanás lo engancha a su carroza y lo obliga a arrastrarla, y luego salta sobre sus espaldas y cabalga como un jinete. Así que el hombre trabaja y está severamente cargado, ya que tiene que arrastrar el carro y llevar al jinete. Tal hombre se fatiga en pos de lo que él llama placer, y, al hacerlo, el pecado salta sobre su espalda, y luego le sigue otro pecado, y luego otro, hasta que pecados sobre pecados lo aplastan contra el suelo, pero aun así tiene que continuar arrastrando y jalando con toda su fuerza. Esta doble carga es suficiente para matarle; pero Jesús lo mira con piedad, viéndolo fatigado bajo la carga del pecado y trabajando para obtener placer en el pecado, y le dice: "Ven a mí, y yo te haré descansar."¿Cristo quiere a las bestias de tiro del diablo, aun cuando ya se han desgastado al servicio de Satanás? ¿Quiere persuadirlas de abandonar a su viejo amo para que vengan a Él? ¿A estos pecadores que sólo están cansados del pecado porque ya no pueden encontrar fuerzas para seguir pecando, o que no se sienten cómodos, puesto que ya no disfrutan del placer que antes encontraban en la maldad, Cristo los llama a venir a Él? Sí, y una muestra de la magnanimidad de Su corazón es Su deseo de dar descanso a aquellos grandemente fatigados y cansados.Pero la magnanimidad de Su corazón se comprueba en el hecho de que invita a todos esos pecadores a venir a Él; a todos esos pecadores, repito.

¡Cuánto significado contiene esa pequeña palabra: "todos"! Creo que, generalmente, cuando un hombre usa grandes palabras dice pequeñas cosas; y cuando usa palabras pequeñas, dice grandes cosas; y, ciertamente, las pequeñas palabras de nuestro idioma son usualmente las que tienen mayor significado. ¿Cuál es el significado de esta pequeña palabra, "todos", o, más bien, qué es lo que excluye? Y Jesús, sin limitar su significado, dice: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados." ¡Oh magnificencia del amor y de la gracia de Cristo, que invita a todos a venir a Él! Y más aún, invita a todos a venir de inmediato. "Vengan todos conmigo" -dice Él- "todos los que están fatigados y cargados; vengan en una multitud, vengan en grandes masas; vuelen a mí como una nube, como palomas a sus ventanas." Nunca serán demasiados los que vengan a Él y le hagan sentir satisfecho; Él dice: "Entre más, más contento." El corazón de Cristo se regocija por todas las multitudes que vienen a Él, porque ha hecho una gran fiesta, y ha invitado a muchos, y sigue enviando a Sus siervos a decir: "Aún hay espacio; por tanto, venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados."Recordemos, también, que la promesa de Cristo está dirigida personalmente a cada uno de estos pecadores. Cada uno de ellos vendrá a Él y Él dará el descanso a cada uno. A cada uno que está fatigado y cargado, Jesús le dice: "Si tú vienes a mí, Yo, Yo mismo te daré descanso; no te enviaré al cuidado de mi siervo, el ministro, para que te cuide, sino que yo mismo haré todo el trabajo y te haré descansar." Cristo no dice: "Te llevaré a mi palabra, y allí encontrarás alivio." No; más bien dice: "Yo, una Persona, te daré descanso a ti, una persona, por medio de un claro acto mío, si tú deseas venir a Mí."Ese trato directo de Cristo con las personas es ciertamente bendito.

Tennyson es autor de un poema que es, para mí, el más dulce de todos los que escribió. Tiene que ver con una niña que fue hospitalizada y que sabía que debía ser operada, con gran riesgo de su vida. Así que ella le preguntó a su compañera de la cama contigua qué debía hacer. Su compañera le dijo que le contara todo a Jesús y le pidiera que la cuidara. Entonces la niña preguntó: "Pero, ¿cómo me podrá conocer Jesús?" Las dos niñas estaban confundidas porque había muchísimas hileras de camas en el hospital infantil, y además pensaban que Jesús estaba tan ocupado, que no sabría cuál niña le había pedido que la cuidara. Entonces acordaron que la niña pusiera sus manos fuera de la cama, para que cuando Jesús las viera, supiera que ella era la niña que lo necesitaba. La escena, tal como el poeta la describe, es conmovedora.
Al relatarla le quito algo de su encanto, pues, por la mañana, cuando los doctores y las enfermeras se paseaban por el pabellón, se dieron cuenta de que Jesús había estado allí y que la niña había ido a Él sin necesidad de la operación. Él la había cuidado de la mejor manera posible; y allí estaban sus manitas, extendidas fuera de la cama.

Bien, nosotros ni siquiera tenemos que hacer eso, puesto que el Señor Jesús nos conoce a cada uno, y Él vendrá personalmente a cada uno de nosotros, y nos hará descansar. Aunque es muy cierto que tiene mucho que hacer, aún puede decir: "Mi Padre hasta ahora trabaja; también yo trabajo", ya que el universo entero se mantiene en funcionamiento por su fuerza omnipotente, y Él no olvidará a ninguno que venga a Él. De igual manera que una persona con abundantes alimentos puede decir a una gran multitud de hambrientos: "Vengan conmigo, y yo les daré alimento a todos", de la misma manera Cristo sabe que en Sí mismo tiene el poder para dar descanso a cada alma fatigada que venga a Él. Tiene absoluta certeza de ello, por lo que no dice: "Ven a mí, y haré todo lo que esté de mi parte contigo" o "si me esfuerzo, tal vez pueda hacerte descansar". ¡Oh, no; sino que Él dice: "Ven a mí, y yo te haré descansar"! Es algo que se da por sentado en Él, ya que, déjenme decirles, ha ejercitado Su mano en millones de personas, y no ha fallado ni una sola vez, por lo que habla con un aire de sólida confianza. Estoy seguro, tal como mi Señor lo estaba, que si hay alguien aquí entre ustedes que quiera venir a Él, Él puede dar y dará descanso a su alma. Él habla con la conciencia de poseer todo el poder requerido, y con la absoluta certeza de que puede realizar el acto requerido.Porque, fíjense, Jesús promete sabiendo todo de antemano acerca de los casos que describe.

Él sabe que los hombres están fatigados y cargados. No hay dolor en el corazón de alguien aquí presente, que Jesús no conozca, porque Él lo sabe todo. Los pensamientos de ustedes pueden estar retorcidos de muchas maneras, y todos sus métodos de juicio pueden parecer un laberinto, un rompecabezas que, según creen ustedes, nadie puede descifrar. Pueden estar sentados aquí diciéndose: "Nadie me entiende, ni siquiera yo mismo. Me encuentro atrapado en las redes del pecado, y no veo ninguna forma de escapar. Estoy perplejo más allá de toda posibilidad de liberación." Te digo, amigo mío, que Cristo no habla sin sentido cuando dice: "Ven a mí, y yo te haré descansar."

Él puede seguir el hilo a través de la madeja enmarañada y puede extraerlo en línea recta. Él puede seguir todas las torceduras del laberinto hasta llegar a su propio centro. El puede quitar la causa de tu problema, aunque tú mismo no sepas de qué se trata; y lo que para ti se encuentra envuelto en misterio, un dolor impalpable que no puedes manejar, mi Señor y Salvador sí puede eliminarlo. Él habla acerca de lo que puede hacer cuando da esta promesa, ya que Su sabiduría es tal, que puede percibir las necesidades de cada alma individual, y su poder es lo suficientemente grande para aliviar todas las necesidades; así que Él dice a cada espíritu fatigado y cargado el día de hoy: "Ven a mí, y yo te haré descansar."Recordemos también que, cuando Cristo dio esta promesa, Él sabía el número de los que habían de ser incluidos en la palabra "todos". A pesar de que para nosotros ese "todos" incluye una multitud que ningún hombre puede contar, "el Señor conoce a los que son suyos" y cuando dijo: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar", no hablaba desconociendo que hay miles y millones y cientos de millones que están fatigados y cargados, y Él se dirigía concretamente a ese vasto conglomerado cuando dijo: "Venid a mí, y yo os haré descansar."Queridos amigos, ¿he logrado hacerlos pensar acerca de la grandeza del poder y la gracia del Señor? ¿Los he motivado para que lo adoren? Espero que así sea. Mi propia alma desea postrarse a Sus pies, absorta en la dulce consideración de la grandeza de esa gracia que de tal manera se expresa y que habla con la verdad cuando dice a toda la raza humana en la ruina: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo" -con una certeza absoluta- "os haré descansar."No debemos olvidar tampoco que lo que Cristo ha prometido tiene vigencia para todos los tiempos. Aquí tenemos a un hombre hablando que fue "despreciado y desechado por los hombres". Veámoslo claramente ante nuestros ojos, el hijo del carpintero, el hijo de María, "varón de dolores y experimentado en el sufrimiento". Sin embargo, Él dijo a los que se congregaban a su alrededor: "Venid a mí, y yo os haré descansar"; pero Él miraba a través de todos los siglos que habrían de venir, y nos habló a nosotros congregados aquí ahora, y luego miró a todas las multitudes de esta gran ciudad, y de este país, y de todas las naciones de la tierra, y dijo: "Venid a mí, y yo os haré descansar." En efecto, Él dijo: "Hasta que yo venga de nuevo a la tierra, sentado sobre el trono del juicio, prometo que toda alma cargada que venga a Mí encontrará descanso." Por su multitud, los sufrimientos de los hombres son semejantes a las estrellas del cielo, y los hombres mismos son innumerables. Cuenten, si pueden, las gotas del rocío de la mañana, o las arenas del mar y seguidamente traten de contar a los hijos de Adán desde el principio del tiempo; pero, nuestro Señor Jesucristo, hablando a la vasta multitud de hijos de los hombres que están fatigados y cargados, les dice: "Venid a mí; venid a mí; porque el que a mí viene jamás lo echaré fuera; y al que viene a mí, yo le daré descanso para su alma."Muestra, también, la grandeza del poder y la gracia de Cristo cuando recordamos a los muchos que han comprobado que esta promesa es verdadera. Ustedes saben que a través de todos estos siglos hasta ahora, ninguna alma fatigada y cargada ha venido a Cristo en vano. Aun en los últimos confines de la tierra, no se ha encontrado un criminal tan vil, o un alma totalmente encerrada en el calabozo de la Gigante Desesperación, que al venir a Cristo no haya recibido el descanso prometido y, por lo tanto, Cristo ha sido engrandecido.

III. Ahora consideremos juntos, por unos minutos, la SIMPLICIDAD DE ESTE EVANGELIO.Jesucristo dice a todos los que están fatigados y cansados: "Venid a mí, y yo os haré descansar." Esta invitación implica un movimiento, un movimiento de algo a algo. Ustedes son invitados a alejarse de todo aquello en lo que han venido poniendo su confianza, y a caminar hacia Cristo y confiar en Él; y en cuanto lo hagan, Él les dará el descanso. ¡Cuán diferente es esta simplicidad, de los sistemas complejos que los hombres han establecido! Pues, de conformidad con las enseñanzas de ciertos hombres, para ser cristianos y para seguir todas las regulaciones del culto, necesitan tener una pequeña biblioteca de consulta para saber a qué hora hay que encender las veladoras, y cómo mezclar el incienso, o la manera adecuada de usar el velo, y adónde deben voltear al decir cierta oración, y a qué otro lugar deben de voltear al decir otra, y si su entonación o su canto o su murmullo será aceptable a Dios.¡Oh queridos, queridos, queridos! Toda esta compleja maquinaria inventada por el hombre (el así llamado "bautismo" en la infancia, la confirmación en la juventud, "tomar el sacramento", como algunos lo llaman) es un maravilloso abracadabra, lleno de misterio y falsedad y engaño; pero, de acuerdo con la enseñanza de Cristo, el camino a la salvación es solamente éste: "Venid a mí, y yo os haré descansar." Y si tú, querido amigo, vienes a Cristo y confías en Él, encontrarás ese descanso y esa paz que Él se complace en otorgar; encontrarás el corazón de la nuez, alcanzarás la esencia y la raíz de todo el asunto. Si tu corazón abandona cualquier otra confianza y sólo está dependiendo en Jesucristo, encontrarás la vida eterna, y esa vida eterna nunca será arrebatada de ti. Por tanto, no esperes para gozarte en ello.Y prosiguiendo, esta invitación está en el tiempo presente: "Ven ahora." No esperes a llegar a casa, sino deja que tu alma se mueva hacia Cristo. Nunca vas a estar en mejor condición para ir a Él de lo que estás ahora; ni estarás en nada peor al venir a Él, a menos que, al posponer el llamado, estés más endurecido y menos inclinado a venir. En este mismo momento necesitas a Cristo; por lo tanto, ve a Él. Si estás hambriento, ésa es ciertamente la mejor razón para comer. Si estás sediento, ésa es la mejor razón para beber. O puede ser que estés tan enfermo que no tengas hambre. Entonces ve a Cristo, y come de las provisiones del Evangelio hasta que se abra tu apetito de esas provisiones. Al pecador que afirma: "no tengo sed de Cristo", me gusta decirle: "ve y bebe hasta que se abra tu sed", porque de la misma manera que una bomba de agua no funciona si no le echas líquido primero, así sucede con ciertos hombres. Cuando reciben algo de la verdad en sus almas, aunque pareciera al principio una recepción muy imperfecta del Evangelio, eso les ayudará posteriormente a ansiar más profundamente a Cristo y a sentir un gozo más intenso de las bendiciones de la salvación.De todas maneras, Cristo dice: "Ven ahora", y Él dice de manera implícita: "Ven, tal como eres". Tal como son, vengan a mí, todos los que están fatigados y cansados, y yo les haré descansar. Si ustedes trabajan, entonces, antes de lavar sus manos mugrosas, vengan a mí, y yo les haré descansar. Si ustedes están débiles y cansados, y al borde de la muerte, mueran en mi pecho; porque para eso han venido a mí. No venimos a Cristo cuando ejercitamos nuestro propio poder de venir, sino cuando nos olvidamos de nuestro deseo de permanecer alejados de Él. Cuando el corazón se rinde, suelta todo aquello que está sosteniendo, y se arroja a las manos de Cristo; es en ese momento que se realiza el acto de fe, y es a ese acto que Cristo los invita cuando dice: "Venid a mí, y yo os haré descansar.""Bien" -dice alguno- "yo nunca he entendido el Evangelio; siempre me ha intrigado y me ha dejado perplejo." En ese caso, voy a tratar de presentártelo de manera muy sencilla: Jesucristo, el Hijo de Dios, vivió y murió por los pecadores, y tú estás invitado a venir y confiar en Él. Confía en Él; depende de Él; echa todo el peso sobre Él; ve a Él y Él te dará descanso. ¡Oh, que por su infinita misericordia Él revele esta sencilla verdad a tu corazón, y que tú estés presto a aceptarla ahora mismo! Yo quiero glorificar a mi bendito Señor, que trajo al mundo un plan de salvación tan sencillo como éste. Hay algunos hombres que parecen rompecabezas, ya que les gusta perderse en dificultades y misterios, y desplegar ante sus oyentes los frutos de su gran cultura y su maravilloso saber. Si su Evangelio es verdadero, es un mensaje exclusivamente para la élite; y muchos tendrían que ir al infierno si ésos fueran los únicos predicadores. Pero nuestro Señor Jesucristo se gloriaba en predicar el Evangelio a los pobres, y es para honra Suya que puede decirse, hasta este día, "no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia". Es una bendición que haya un Evangelio que se adecua al hombre que no sabe leer, y que también se adapta al hombre que no puede hilvanar dos pensamientos consecutivos, y que se rebaja al hombre cuyo cerebro ha fallado casi completamente a la hora de la muerte; un Evangelio que se adecua al ladrón muriendo en la cruz; un Evangelio tan sencillo que, si sólo hubiera gracia para recibirlo, no requiere de grandes poderes mentales para ser entendido.

Bendito sea mi Señor por darnos un Evangelio tan sencillo y simple como éste.Quiero que presten atención a un punto más, y luego concluyo mi mensaje. Y es éste: LA GENEROSIDAD DEL PROPÓSITO DE CRISTO.Vengan, amados que aman al Señor, escuchen mientras les repito estas dulces palabras Suyas: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cansados, y yo os haré descansar." "Yo os haré…" Él no dice: "Vengan a mí y tráiganme algo", sino "Venid a mí, y yo os haré descansar". Tampoco expresa: "Venid y haced algo para Mí", sino "Yo haré algo por ustedes". Posiblemente éste haya sido su problema, queridos hermanos, que han deseado traer hoy un sacrificio aceptable; y en la escuela dominical, o en alguna otra forma de servicio, han estado tratando de honrarle. Me da gusto, y espero que sigan intentándolo, pero cuídense de no caer en el error de Marta, y "afanarse con mucho servicio". Por un instante olvídense de la idea de venir a Cristo para traerle algo; vengan ahora, ustedes que están fatigados y cargados, y reciban una bendición de Él, pues ha dicho "yo os haré descansar". Cristo puede ser honrado cuando ustedes le dan, pero debe ser honrado por lo que Él les da.

No hay duda de la bondad de lo que recibirán si vienen a Él; entonces, ahora mismo, no piensen en traerle nada a Él, sino vengan a Él para que puedan recibir de Él."Quiero amar a Cristo", dice uno. Bien, olvídate de eso ahora; más bien trata de sentir cuánto te ama Él. "¡Oh, pero yo quiero consagrarme a Él!" Muy bien, mi querido amigo; pero, mejor ahora piensa cómo se consagró por ti. "¡Oh, pero yo deseo no pecar más!" Muy bien, querido amigo; pero, mejor ahora piensa cómo cargó con tus pecados en su propio cuerpo en el madero. "¡Oh -dice uno-, quisiera tener un frasco de alabastro con un ungüento muy precioso, para ungirle Su cabeza y Sus pies, y que toda la casa se llene de un dulce perfume!" Sí, todo eso está muy bien, pero escucha: Su nombre es un ungüento derramado; si no tienes nada de ungüento, Él tiene; si no tienes nada que traerle a Él, Él tiene abundancia que darte.

Cuando mi querido Señor llama a alguien para que venga a Él, no es para Su propio beneficio que lo llama. Cuando les otorga favores, cuando viene con grandes promesas de descanso, no es un soborno para comprar sus servicios. Es demasiado rico para tener necesidad de los mejores y los más fuertes de nosotros; solamente nos pide, en nuestra gran caridad, que seamos tan amables de recibir todo de Él.
Esto es lo más grande que podemos hacer por Dios, estar totalmente vacíos para que su todo pueda verterse en nosotros. Eso es lo que quiero hacer cuando me siente a la mesa de la comunión. Quiero estar sentado allí, sin pensar en nada que pueda ofrecer a mi Señor, sino abrir mi alma, y tomar todo lo que Él quiera darme. Hay momentos en que los tenderos están vendiendo su mercancía, pero también hay momentos en que reciben mercancía, como ustedes saben. Por tanto, ahora, abran la puerta de la gran bodega y dejen entrar todos los bienes. Dejen que Cristo entero entre en su alma."No siento" -dice uno- "como si yo pudiera gozar la presencia de mi Señor." ¿Por qué no? "Porque he estado dedicado intensamente todo el día a su servicio; y ahora estoy tan fatigado y cargado." Tú eres alguien a quien especialmente llama el Señor a venir a Él. No trates de hacer nada, excepto simplemente abrir tu boca, y Él la llenará. Ven ahora y simplemente recibe de Él, y dale gloria recibiendo. ¡Oh sol, tú alumbras; pero no hasta que Dios te hace brillar! ¡Oh luna, tú alegras la noche; pero no con tu propio brillo, sino sólo con luz prestada! ¡Oh campos, ustedes producen cosechas; pero el gran Agricultor crea el grano! ¡Oh tierra, tú estás llena; pero solamente llena de la bondad del Señor! Todo recibe de Dios, y le alaba cuando recibe. Permítanme que mi cansado corazón se incline quieto bajo la lluvia de amor; permítanme que mi alma cargada descanse en Cristo, y lo pueda alegrar al estar alegre en Él.¡Dios los bendiga a todos, y que Cristo sea glorificado en su salvación y en su santificación, por causa de Su nombre! Amén.

Un duro mensajero (anónimo)












UN MENSAJE DURO



A continuación queremos ocuparnos del tema "El infierno bíblico", y responder a la pregunta: ¿Qué entiende la Biblia por "infierno"? Al ponderar este asunto, mi corazón está siendo conmovido por dos pensamientos importantes. Al pensar sobre el futuro de los hijos de Dios, mi corazón arde, pues ellos pasarán la eternidad en el cielo; y es con gran gozo que esperamos las maravillosas revelaciones prometidas en la Escritura, que tienen validez para todos los seres humanos que son salvos por la fe en Jesucristo.Pero cuando leemos con atención todas la demás revelaciones de la Escritura que hablan del eterno destino de los perdidos y condenados, y cuando leemos lo que la Biblia dice sobre el infierno, entonces nuestro corazón es estremecido por el temor.

Es con una tremenda seriedad que la Biblia sobre ese lugar al cual da por nombre "infierno". La escritura lo denomina también "el lago de fuego", el "lugar de perdición" para los que no son salvos, o, también, "el lugar de tinieblas".Debo admitir que pasé por una dura lucha interior antes de atreverme a escribir sobre este tema. Desearía poder creer que no existe infierno para los malos. Desearía no tener que predicar jamás sobre el tema terrible. Preferiría más bien hablar sobre el amor de Dios. ¡Cuán feliz me sentiría si no tuviera que hablar acerca de la ira de Dios que está sobre los pecadores! Debo confesar que traté de hacerlo, y me esforcé para no hablar jamás sobre este hecho.

No hay otra opción para el predicador.
El predicador del evangelio no tiene otra opción en estas cosas. Tiene que anunciar todo el designio de Dios, y todo lo que la Palabra de Dios contiene, a los seres humanos. La seria advertencia anunciada por el profeta Ezequiel resonaba en mis oídos hasta que me decidí a obedecerla.

Ezequiel 3:17-18 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.

Esto bastó para convencerme. En aquel momento le prometí al Señor, invocando Su ayuda, dedicar todas mis fuerzas a exhortar a mi prójimo y mantener mis manos puras y sin mancha. Por las siguientes cuatro razones es que escribo sobre el infierno:
1.- Es una indudable revelación de la Escritura.
2.- Dios nos mandó exhortar a las personas con referencia al infierno.
3.- Ya que en los púlpitos no se habla casi nada sobre este hecho, es una necesidad obligatoria levantar la voz en cuanto a este serio asunto.
4.- El infierno es una necesidad moral en un concepto moral del mundo.
Primeramente nos damos cuenta de que la Escritura habla de un lugar en que los malos, los que no se arrepintieron y los que rechazan a Cristo y lo desprecian, tienen que pasar la eternidad; lo denomina de varias maneras: el lago de fuego, la muerte segunda, el lugar de tinieblas, el lugar preparado para el diablo y sus ángeles y otros nombre parecidos. Pero todos son resumidos en la palabra "infierno".
Esta palabra, como tal aparece 53 veces en nuestra Biblia. La hallamos 32 veces en el Antiguo y 21 veces en el Nuevo Testamento. Debemos añadir que la palabra "infierno" que tenemos en nuestras Biblias es una traducción de por lo menos tres palabras hebreas distintas.
Siempre que esta palabra aparece en el Antiguo Testamento, aparece en la forma "Sheol", y no se refiere al infierno, sino que describe el lugar donde eran guardadas las almas de los muertos hasta la resurrección de Jesucristo. En el nuevo Testamento la palabra "infierno" aparece 21 veces, pero al menos en 10 ocasiones se trata de una traducción de la palabra "Hades".
Esta palabra "Hades" es del griego, y tiene el mismo sentido de la palabra hebrea "Sheol"; ambas palabras describen el lugar donde se encuentran los muertos no salvos. En esos 10 versículos bíblicos del Nuevo Testamento en los cuales aparece la palabra "infierno", no se habla, pues, del lugar de eterna condenación de los perdidos sino del pasajero "Sheol-Hades", donde los perdidos son guardados hasta el día del juicio, en que también el "Sheol-Hades" será puesto en el eterno lago de fuego.
"Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda". Apocalipsis 20:14

Las almas de los perdidos están ahora en el Hades. Al final del reino de Jesucristo, en la segunda resurrección, ellos resucitarán para ser lanzados, después del juicio, en alma y cuerpo al lago de fuego. Es, pues, importante que distingamos entre el pasajero lugar intermedio llamado "Sheol-Hades", donde los perdidos se encuentran en el presente, y el "infierno", o lugar de eterna condenación.

Ya que estamos hablando de este hecho, tenemos que contemplar aún otra palabra que aparece una sola vez en la Biblia, y que también fue traducida como "infierno". Está en la segunda epístola de S. Pedro.
"Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio..." (II Pedro 2:4).
Aquí Dios nos da una explicación concerniente a los ángeles caídos, quienes fueron arrojados al infierno. Pero, aquí tampoco la palabra fue traducida en completa concordancia con el sentido del texto original griego. En griego se lee la palabra "tartaroo". y ésta no significa "lago de fuego" sino otro lugar especial en donde Dios reserva al grupo de ángeles caídos hasta aquel día en que ellos serán arrojados al lago de fuego junto con su líder, Satanás. Apocalipsis 20:10.
En otros versículos bíblicos del Nuevo Testamento donde aparece la palabra "infierno", se trata de la traducción de la palabra griega "Gehenna". Repito que la palabra "infierno" aparece 53 veces en nuestra Biblia. Pero, en la mayoría de los casos en que aparece en el Nuevo Testamento, figura la palabra "Gehenna", y debería haber sido traducida como "Hades", y no como "infierno". En la 2da Epístola de Pedro, el versículo que contiene la palabra "tartaroo" tampoco debe traducirse "infierno", pues no sirve para describir el lago de fuego.

JESÚS USA ESTA PALABRA 10 VECES
En 11 lugares del Nuevo Testamento hallamos la palabra "infierno" correctamente traducida del texto original, refiriéndose al lugar de la eterna condenación. Es admirable que esta seria palabra fue pronunciada diez veces por los labios de Jesús por Aquél que era la mansedumbre en persona, y una sola vez por otro, Santiago, en el capítulo 3, versículo 6 de su epístola. Subrayo especialmente el hecho de que la palabra "Gehenna" que se traduce infierno salió diez veces de la boca de Jesús, del Salvador, que es tan amoroso, misericordioso y manso, y que había venido a salvar a los hombres de la eterna perdición.
En dos ocasiones menciona el Señor esta palabra en su sermón del monte. A esta altura debemos hacer mención de este hecho con toda seriedad, ya que la teología moderna niega la existencia del infierno.
Siempre se dice de nuevo que Dios es amor, que es gentil, misericordioso, paciente, y que jamás se le ocurriría lanzar a lo que El creó a un lago de fuego. ¡Cuántas veces se nos repite que no deberíamos predicar sobre juicio, pecado, condenación y eterna perdición, describiendo estas cosas como doctrina pagana de la edad media, un vestigio de una época oscura y del politeísmo pagano.
Se nos dice que hacemos mejor en predicar sobre las bienaventuranzas, sobre el dorado camino del medio, y el Sermón del monte. Muchas veces somos advertidos con estas palabras. Pero deberíamos predicar también sobre el hecho del infierno, pues las dos primeras veces que esta palabra aparece en el Nuevo Testamento fue dicha por el Salvador mismo, y sobre el monte (Mateo 5:22,29).

EL INFIERNO ES UN HECHO
El infierno es un hecho terrible. Podemos rebelarnos contra el infierno, podemos tratar de negarlo...pero sigue siendo un hecho. Desearía poder creer que no existe ningún lugar de eterna condenación, pero si lo creyera, tendría que echar fuera mi Biblia y declarar a Jesús un engañador; podría también transgredir todas la leyes, y debería cesar de creer en un Dios santo y justo.
Si no hubiera una sentencia eterna de la cual uno debe ser salvado, entonces sería innecesaria la venida del Salvador, Su muerte sería un juicio equivocado de parte de Dios, y la Biblia un libro de cuentos oscuros y atemorizantes, un libro lleno de pesimismo.
Si no existe un infierno, cada predicador del evangelio que amonesta a sus oyentes hablando de la ira venidera de Dios es un miserable pobrecito a quien deberían hacer callar para siempre. Pero si Dios y la Biblia siguen teniendo razón, y si la existencia del infierno es un hecho, aquéllos que no levantan su voz en advertencia para amonestar a la gente de la ira venidera de Dios, no pasan de ser miserables e infieles traidores de su prójimo, y desobedientes a Dios y Su palabra.
Pero si piensas que estas palabras son demasiado dramáticas, permíteme que te recuerde las palabra del comienzo de este capítulo: "Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquél que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; si, os digo, a éste temed".
O, escucha también lo que Jesús dice en otro lugar:"Y no temáis a los que matan el cuerpo, más al alma no pueden matar; temed más bien a aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28)

Estas palabra del Salvador, o son verdaderas o no lo son. Una u otra cosa. Si no son verdaderas, entonces el Señor se equivocó y no tiene sentido seguir llevando una Biblia con nosotros. Pero estas palabras son la pura verdad, son palabras de Dios. Jesús mismo ha dicho estas palabras, y por eso yo -como siervo de Dios- no puedo hacer otra cosa que exclamar: "Apúrate, date prisa, apúrate, huye de la ira venidera de Dios antes de que sea demasiado tarde para siempre!"
No puedo sino pensar en esas palabras del profeta Ezequiel que todavía resuenan en mi alma: "Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tu no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de su mano" Ezequiel 3:18.
¡Oh, Dios mío, ayúdame a mantener mis manos limpias de la sangre de mi prójimo!
Permíteme que te diga ahora cómo puedes escapar de este horrible destino de la eterna condenación. Dios dice que El no quiere que nadie se pierda. Ha preparado un camino para que podamos escapar de todo eso, por medio de Su Hijo Jesucristo. Jesús, el Hijo de Dios, murió en la cruz y resucitó de entre los muertos para salvarnos del juicio de la eterna perdición. Su palabra lo dice muy claramente: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24)

LA VERDAD SOBRE LA CUAL TODOS CALLAN
"Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Más él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mateo 22:12-13)
La palabra de Dios, y Jesús mismo, enseñan -sin contradicción y sin permitir que quepan dudas- que, tan ciertamente como existe un cielo para los salvos, existe también un infierno para los perdidos. Es una exigencia ineludible de la Escritura hablar sobre este impopular tema. Justamente, por ser esta verdad tan impopular y desagradable, es que callan acerca de ella en la mayoría de los púlpitos, y en muchas iglesias evitan este tema por pertenecer justamente a esas verdades desagradables que prefieren no tocar.
Se escucha la palabra "infierno" con mucha más frecuencia en las calles, trenes, omnibuses, oficinas, etc. que desde los púlpitos de las iglesias. La gente impía, al jurar, usa esta palabra más a menudo que muchos predicadores en la iglesia. Allí donde deberían usarla, se esfuerzan por evitarla.

UN TRUCO SATÁNICO
Es un peligroso truco del diablo, nuestro mayor enemigo, quitar de los corazones de las personas el temor de Dios y el temor del infierno. Se nos dice con palabras llanas: "No prediquen sobre el juicio, no atemoricen a la gente con la predicación sobre un Dios que tiene ira. Háblenles de un Dios de amor, hablen de su bondad y de la dignidad de los seres humanos, hablen sobre la paternidad general de Dios". Pero esto no altera la Palabra de Dios.
Tampoco puede alterar la realidad de la cual hablamos. El infierno tal vez ha cesado de infundir temor en muchos, pero sin embargo no ha perdido nada de su realidad. El infierno sigue siendo un hecho bíblico claramente descrito en la Palabra de Dios.
Recientemente me escribió un amigo mío, comunicándome: "Estoy muy sorprendido de que un hombre como usted, una persona científica y muy culta, pueda seguir creyendo en una cosa tan pasada de moda, no probada y procedente del tiempo del paganismo como es el infierno. Un científico moderno, de nuestra época, ya no cree en semejante cosa". Si lo último que afirma es cierto, ya no pertenezco a los científicos. Y sin ningún científico moderno cree ya en la existencia del infierno, ¿qué se prueba por esta circunstancia?

No altera en lo más mínimo la Palabra de Dios. Pero no es verdad que todos los científicos de nuestra época nieguen el hecho de la existencia del infierno y la fe en un juicio eterno. Aún hay miles de personas muy cultas en el mundo que no solamente creen esto sin que también testifican, con gozo, que fueron salvadas del temor y del juicio venidero por la fe en Jesucristo. La incredulidad no cambia nada en cuanto a la verdad. La palabra de Dios es verdad.
Creo que, en la época de Noé, ni siquiera uno de los sabios dio crédito a las palabras de Noé cuando éste predicaba acerca del diluvio inminente. Pero el diluvio vino. No sabemos esto solamente por la Biblia, sino también porque la geología puede probarlo científicamente. Igualmente probable es que no había ningún científico en la época de Lot que creyera en la inminencia de un juicio sobre Sodoma y Gomorra. Sin embargo, el juicio vino y los mató a todos. Y a los grandes y sabios hombres de la época en que nuestro Señor andaba en esta tierra, ¿no les predijo El la destrucción de Jerusalén y el juicio de Dios sobre la nación de Israel? ¡Y con qué precisión sucedió eso! Sí, aún sigue siendo así: "antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso" (Romanos 3:4).
Satanás completó una obra maestra al susurrar a los seres humanos que el infierno no es una realidad, que existe solamente en la imaginación y fantasía de los hombres. Por eso hay tan poca gente hoy en día que sigue creyendo en ese hecho bíblico que es el infierno.
Las personas que ahora hablan tan irresponsablemente sobre el infierno, temblarían y se desanimarían si tuvieran una idea de la realidad. A menudo uno escucha o lee en las revistas los muchos chistes que se hacen sobre este lugar terrible, y muchas veces los que dicen o escriben estos chistes sucios son aquellos sobre los cuales será pronunciado ese horrible juicio.
LA LLAVE HACIA LA SALVACIÓN
Si nuestro deseo es que venga un despertar y que muchas almas se salven, esto puede suceder solamente si predicamos, sin compromisos y sin disculpar la iniquidad y repugnancia del pecado sobre la santidad de Dios y sobre la existencia del infierno tal como la Biblia lo describe...
Al ocuparnos de la historia de los avivamientos de todas las épocas, nos damos cuenta de que no fueron solamente un fruto de la predicación del amor de Dios sino también de la ira de Dios que sobreviene a los seres humanos. Muy a menudo se habla de la "llave hacia un despertar", pero yo soy de la opinión de que la verdadera llave es volver a la buena predicación de la Santidad de Dios, de su odio contra el pecado y también del fuego del juicio eterno, tal como la practicaban los primeros metodistas, y que pasó de moda. Creo en la Biblia; para mí, cada palabra de ella es palabra de Dios.
Creo lo que la Biblia dice sobre el amor de Dios, sobre Su misericordia, Su gracia, Su paciencia y bondad. Creo también lo que la Biblia dice sobre el cielo. Pero, igualmente creo que tenemos que vernos con un Dios santo, perfecto, justo, que de ninguna manera pasa por alto la culpa y el pecado sino que insiste en que toda desobediencia y todas las transgresiones encuentren su justo castigo y su retribución. Justamente porque creo todo eso, yo sería un miserable hipócrita si no advirtiera a mis semejantes acerca de este peligro.

LA BIBLIA HABLA CLARAMENTE
Citaré algunas referencias de la palabra de Dios. Si crees en la Biblia, ella te convencerá. Pero si no crees en la palabra de Dios, entonces nos falta esa base común sobre la cual podemos edificar y ya no tiene sentido seguir hablando. Te pareces, pues, a un barco sin timón, a un velero que trata de cruzar el océano sin compás.
En la segunda epístola del apóstol Pablo a los Tesalonicenses, leemos lo que Pablo, bajo la dirección del Espíritu Santo, escribió sobre la venida del Señor: "...y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición; excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" II Tesalonicenses 1:7-9.
Y el apóstol Juan escribe, en el Apocalipsis: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" Apoc. 21:8
Escucha también lo que el Señor Jesús mismo dice al describir, en Mateo 25, el fin de los pecadores: "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" Mateo 25:41-46

Creo que no hace falta citar más referencias bíblicas para saber lo que la Biblia dice sobre el fin de los pecadores. Lejos esté de mí tratar de convencerte de la realidad del infierno. Quiero decirte solamente lo que la Biblia enseña y dice sobre este lugar. Si lo niegas, no rechazas mis palabras sino la palabra santa e infalible de Dios. Si tienes una opinión distinta que la mía, esto no es nada trágico, pues yo puedo equivocarme; pero si opinas distinto que la Biblia, lo haces a costo de tu alma inmortal. Si no crees, tienes que vértelas con El, el Escritor y Autor de la Biblia, y no conmigo. Todo lo que yo puedo y trato de hacer con toda seriedad es decirte lo que Dios dice. La decisión es tuya. O lo recibes o lo rechazas.

¿ES NECESARIO QUE EXISTA UN INFIERNO?
Antes que terminemos este capítulo quiero decir algunas palabras sobre la absoluta necesidad moral de retribución. Siempre estamos escuchando la misma objeción: "No puedo comprender que un Dios que es amor mande a Sus criaturas a un lugar de tortura. No puedo creer que un Dios que ama a todos los hombres pueda permitir que ellos tengan que padecer y sufrir en un lugar como el infierno". No se trata de esta cuestión; nuestros sentimientos y nuestras emociones no interesan. En el fondo, se trata aquí de lo que Dios mismo tiene que decir en cuanto a esta cuestión, y no de lo que tú y yo pensamos sobre ella. Recuerdo que el diablo le susurró el mismo argumento a Eva. Dios le había dicho: "No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis". Pero el diablo sembró una duda en el corazón de Eva, dicéndole: "No moriréis..."
Su opinión era contraria a la opinión de Dios. Lo repito otra vez: desearía no tener que creer en la realidad de una eterna condenación. Pero, ante la Palabra de Dios, que enseña este hecho tan inequívocamente, y frente a la santidad de Dios, mi propio raciocinio, mi propia razón me dice también que tiene que haber una retribución, un lugar de retribución. El hecho de la existencia del infierno se basa en los fundamentales principios morales de todos los conceptos de este mundo. Si cesaran de castigar a los criminales y transgresores, pronto sucedería que toda la moral y la dignidad caerían convertidas en escombros.

EL FUNDAMENTO DE UN GOBIERNO
La base de un buen gobierno es la justicia. Los transgresores de la ley tienen que ser castigados. Tenemos leyes según las cuales los ladrones, asesinos, mentirosos, engañadores y traidores son castigados; y ¡que nadie piense que es injusto hacerlo! Cada prisión y cada penitenciaría que hay en el mundo entero es un monumento de la necesidad de un gobierno moral y de la justicia, que exige que los transgresores reciban castigo.
¡Qué mundo sería aquel en que no hubiera leyes según las cuales se ejerce el gobierno sobre los seres humanos, y donde no hubiera retribución para criminales y transgresores! Hasta existe la pena de muerte para los que cometen delitos contra la vida humana. Y tampoco en cuanto a esto nadie piensa en cuestionar el derecho del gobierno a hacer tal cosa.
¿Por qué entonces quiere alguien poner en duda el derecho del Dios soberano y todo justo de castigar a los seres humanos, creados por El mismo, cuando éstos se rebelan contra El? ¿Quieres quitarle a Dios este derecho? Si es así, descubrirás pronto que también el edificio moral de la humanidad, sí, de todo el universo, cae en pedazos y se vuelve un caos.
El mundo está repleto de diferencias, y hay desproporciones tan grandes que exigen que venga un día de retribución. Si todo terminara con la muerte, ¿Cómo podríamos soportar la vida de los déspotas que llevan una vida de lujos, subyugando, maltratando, saqueando, asesinando y cometiendo cualquier cantidad de horrores? Mi fe en la dignidad moral de Dios tendría que caer hecha trizas. No, un Dios de amor que pasara por alto y no castigara el pecado no sería Dios.
Haría menos de lo que exige y demanda la justicia humana.
¿Cómo se explican todos los sufrimientos que traen consigo la muerte y lágrimas, corazones dolientes y preocupaciones, enfermedades, penas y separaciones? ¿Qué explicación tenemos para las guerras que destruyen a millones de humanos, para la enfermedades que diezman a innumerables seres humanos? Si Dios es un Dios de amor, por favor, ¡explícame por qué El permite todas esas cosas! Si Dios es sólo un Dios de amor que no quiere que sufra una criatura hecha por El, entonces dime por qué tenemos todas esas cosas en el mundo hoy en día, aunque simultáneamente existe un Dios omnipotente y amoroso que gobierna sobre todo.
Pero, no es necesario que perdamos el ánimo. Hay un camino de escape de todas estas tinieblas y de la tribulación. Gracias a Dios, hay una salvación. Es la salvación ofrecida en el Hijo de Dios; y en ella está nuestra esperanza. ¡Qué triste y sin esperanza sería la vida si Dios no hubiera abierto ningún camino para darnos la posibilidad de escapar de la miseria venidera! Esto sigue siendo verdad: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" Juan 3:16
Tu esperanza y la mía se basan en recibir la oferta divina de Su eterna salvación, y no en la rebelión contra Su justicia o en negarle Su derecho de Padre de castigar a los impíos. ¿No quieres arreglar ahora este asunto con Dios, recibiendo al Señor Jesucristo como tu Salvador y Señor? Entonces experimentarás tu también que "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" Romanos 8:1
¿Por qué no creer en la Palabra de Dios? Admite tu pecado, confiésalo, humíllate por él y recibe a Cristo como tu Salvador para este tiempo y por la eternidad. Entonces estarás libre de la acusación de tu culpa y tu pecado, y la venidera ira de Dios ya no te atemorizará

miércoles, 15 de agosto de 2007

Siempre hay esperanza (Testimonio Rheta Mcpherson)










Siempre Hay Esperanzapor Retha McPherson.
Espiritu Santo, gracias por estar presente el dia de hoy. Te alabo por querer tocar tantos corazones. Gloria a Dios en las alturas!

Han transcurrido 15 meses desde el accidente de Aldo, en Junio del año pasado, y ahora estoy aqui sentada con un corazon agradecido. No me van a creer lo que voy a decirles hoy , de lo que acabo de darme cuenta.
Dios Padre, gracias a ti por haber permitido que este accidente pasara. Yo sé que no fué tu voluntad que sucediera, pero tu permitiste que esto cruzara nuestros caminos. Por que si nunca hubiera sucedido, mis ojos nunca se hubieran abierto, y no me encontraría ahora en donde me encuentro. Y por esto siempre estaré agradecida con el Señor.

Acerca de Aldo: Sé que el Señor lo está llevando a través de un camino especial. Así como está con cada miembro de nuestra familia. Y lo que sea que está sucediendo en tu vida hoy, no importa cuales son las circunstancias, recuerda Romanos 8: “Todas las cosas trabajan para bien para aquellos que aman al Señor”.
Cuando uno esta en una situacion mala o difícil, no necesariamente lo crees así, pero puedo asegurartelo, Dios permite que todas las cosas trabajen para bien en nosotros. Al final de la jornada la situación no es acerca de ti o de mi, sino todo siempre es acerca de Dios, nisiquiera se trata acerca de nuestro dolor, o nuestro sufrimiento. Si, Dios Padre, todo es sólo acerca de Tí. Y me tomo un largo tiempo llegar alli. He sufrido mucho, hoy yo quiero compartir este trayecto, mi testimonio, con ustedes.

Hace alrededor de 2 años mi familia y yo fuimos a Nueva York. En los edificios de las Naciones Unidas vimos un mosaico enorme representando a todas las naciones y lenguas. Este mosaico realmente me impresionó. Si uno se para cerca, uno sólo puede ver las pequeñas piezas de azulejo de que estaba todo hecho, pequeños pedazos que por si solos podrían cortar, o lastimar, pero cuando uno se alejaba y lo veia desde la distancia, se podia ver solamente la mas bella de las pinturas.
Le pedí a Aldo que fuera y se parara enfrente del mosaico para que pudiera tomar una fotografía. Mientras hacía eso, el Espiritu Santo me dijo: “Todas las piezas rotas de tu vida no son nada sino un precioso mosaico de tu futuro”. Esas palabras me conmovieron tan profundamente que inmediatamente me agache para escribirlas en una libreta. De regreso a Sudáfrica estaba hablando en un evento y escogí esas palabras como el tópico. Expliqué que todos teníamos una alternativa, y que uno puede recoger todas las piezas de la vida y ponerlas juntas para crear una preciosa y nueva fotografía bajo la guianza del Espíritu Santo.

Ustedes PUEDEN recoger piezas y unirlas o pegarlas nuevamente en una sola. Por que todas las piezas rotas de sus vidas no son nada mas que un hermoso mosaico de su futuro, ó -expliqué- ustedes pueden enojarse con Dios y tirarlo todo por la ventana, ó puedes llenarte de enojo, algo que veo que sucede a mi alrededor todo el tiempo.

Por supuesto, realmente no sabía entonces de lo que estaba hablando, por que para ese entonces tenia una vida simplemente perfecta. Si yo me hubiera preguntado qué más hubiera querido para mi vida en ese entonces, yo hubiera contestado que nada. Ya tenía un esposo maravilloso, dos preciosos niños, un negocio que estaba marchando de maravilla, y encima de todo eso todavía tenía mi título de Miss Sudáfrica en ese tiempo.

Qué más podía pedir?
Encima de todo esto también servía al Señor. Pero sólo lo servía por que yo iba a la iglesia. Tenía ya 15 años de conocimiento intelectual acerca de Él, cosas que aprendí en la iglesia, pero no era Rhema, algo que no comprendía en aquel entonces. Amaba al Señor, sí, por que caminaba sobre un camino hermoso con Él, sin embargo, ahora, sé que hay mas!, mucho mas!, que tan sólo ser nacido de nuevo. Hay mucho por hacer para ser un verdadero hijo de Dios de lo que en realidad somos.

Ahora se que hay un tesoro cuando uno es quebrantado, pero generalmente esas son palabras que uno no quiere oir, especialmente cuando uno esta en una situación difícil. Pero SI HAY un tesoro por ser encontrado en el quebranto.
Una semana después hablé en otro evento, esta vez en una prisión cerca de Pretoria. Uno de los presos dió su testimonio. El era un hombre de negocios cumpliendo una condena de 18 años era oficinista, debió de haber cometido un gran fraude para haber recibido tan larga sentencia. Me podía identificar con este hombre, él, después de todo, no era un malviviente. Nos decía como sus niños le decían a la gente que su papi había salido en un largo viaje fuera del país. Ellos no podían soportar decirle a la gente que su papá estaba realmente en la cárcel.


Mi corazón estaba conmovido por este pobre hombre – pero, había algo que fluía de él que yo deseaba tener con todo mi ser, con todo mi ser!, entre más hablaba, más me daba cuenta que él tenía algo que yo no tenía. Después, rompí en lágrimas, y Thinus, mi esposo, me preguntó por que estaba llorando.

Le contesté: “Ese hombre tiene algo que tu y yo no tenemos!”. Mi esposo de manera humorística me contestó: “En este momento, querida, es un uniforme de prision color naranja.”. Pero no, yo sabía que este hombre tenía algo que yo no tenía, y eso era la paz de Dios. La paz que sobre pasa todo entendimiento. El obtuvo esa paz por que el murió a sí mismo.

Estabamos conduciendo de regreso a casa, y yo todavía estaba llorando mucho. Le dije a mi esposo: “Él nisiquiera puede ver el sol que tu y yo podemos ver, él no cuenta con la libertad que tu y yo contamos, pero mira lo que tiene! él perdió tanto, pero mira todo lo que ganó!”.

Esa noche me puse de rodillas, y le dije a Dios: “Padre, te estoy llamando en este momento, y te estoy pidiendo: Quiero tener lo mismo!!”. El Espíritu Santo contestó: “Retha, está ahí para todos, pero no todos lo toman”. Le dije: “Señor, como puede alguien tomarlo? Como lo puedo tener?”. El Espíritu Santo contestó: “Tienes que morir a ti mismo”.

Ahora, meses después, puedo decirte que no solo morimos a nosotros mismos por nuestra propia y libre voluntad. Quiero animarte a ponerte de rodillas después de que has leído esto. Dile al Padre: “Quiero morir a mismo”. Qué no haría el día de hoy para tener una segunda oportunidad para hacerlo!
Han oido esa canción que dice “si tan solo pudiera regresar el tiempo?”, cuan seguido me hice esa pregunta, si tan solo pudiera regresar el tiempo. Pero no puedo.
De cualquier forma, tu puedes hacer una desición hoy. Yo tuve que pasar por cosas terribles durante los pasados meses. Por que no morí a mi misma antes?? Tal vez por que estaba demasiado llena conmigo misma, entre más este uno lleno consigo mismo más difícil será “desaprender” estas cosas, “Primero yo, después yo y al último yo”.
Exactamente cinco días después ibamos en nuestro camino de regreso desde Freestate, una provincia en donde también hablé. Alrededor de las 18:30 (6:30 p.m.) tuvimos un aparatoso accidente automovilistico sobre el Grassmere Toll Plaza, justo al sur de Johannesburg.

Ahí, en la carretera, había un vehículo estacionado sin luces, justo en nuestro carril. Mi esposo no tuvo otra opción, no pudo virar hacia la derecha, por que ese era el carril de alta velocidad, asi que giró hacia la izquierda para evitar chocar contra este vehículo. Nuestro auto dio contra un surco de agua y entonces giro y giro y giro.
Cuando eventualmente el carro paró, fue lo peor de lo peor de lo peor!, algo que he revivido en mi mente vez tras vez. Mis niños ya no estaban en el carro, batallamos para salir del automovil, y entonces me di cuenta de que mis niños ya no estaban adentro de él!. Cuando pude salir del carro, era sólo el silencio de la noche que me rodeaba.
Los llamaba, y nuestro hijo más pequeño, Josh, comenzó a llorar desde alguna parte, en los arbustos a un lado del coche, cuando lo encontré tenía sólo una cortada en la cabeza.
Pero no podíamos encontrar a Aldo. Me encontraba corriendo de arriba a abajo en la carretera, asustada y confundida, pasé sobre una maleta y tropecé sobre basura y hierba, mis manos sangraban.

Mientras permanecía allí acostada, el Espíritu de Dios me dijo: “Estas son las piezas rotas de tu vida”. Todo mi ser gritó: “Señor, no, esto no, solo esto no!!”
La gracia de Dios me guió hacia el lado opuesto de la carretera donde Aldo estaba tirado. Ahí lo encontré, tirado en los arbustos, la noche oscura de junio. Cuando llegué hacia él, ya estaba en coma, su craneo estaba fracturado y estaba sangrando de las orejas. Caí sobre él, haciendo mi mejor esfuerzo tratando de encontrar su pulso. Pero no podía encontrárselo, como una madre, solamente supe que la vida estaba drenando de él.

En ese momento, tendida sobre él de esa forma, me di cuenta: No importa quién seas, sea lo que seas, no importa qué tanto dinero tengas – Solo Dios tiene poder sobre la vida y la muerte.
Clamé a Él, clamando a la Sangre de Jesús sobre mi hijo. Sabía todas estas cosas en mi mente, tenía este conocimiento en mi cabeza, pero no era Rhema!

Mientras todavía estaba sobre él, un carro trató de evadir la escena del accidente, y comenzó a apuntar directo en dirección hacia nosotros, me di cuenta que tenía que brincar hacia arriba, de otra forma este hombre manejaría directo sobre nosotros. Brinqué, y el conductor paró literalmente a un pie de distancia de nosotros. Miré directo hacia las luces de esta 4 x 4, y algo sucedió en mi corazón. Un shock paso a través de mi, y todo mi cuerpo comenzó a temblar como si choques electricos pasaran através de mí, y luego quede en calma, la paz que sobre pasa todo entendimiento vino sobre mí.

Exodo 20:21 nos dice que Dios iba en la nube obscura. ÉL ESTÁ EN MEDIO de la experiencia dificil.

Tanta gente me ha preguntado desde entonces: “Pero, donde estaba entonces Dios?”. El estaba alli, justo allí, y esa paz lo calma a uno.
Llame a mi esposo Thinus y le dije que había encontrado a Aldo. Llamamos al helicóptero de emergencia y un hombre joven llegó. El enterró un cuchillo dentro de los pulmones de Aldo y me dijo que sus pulmones se habían colapsado. “Deben decirle sus 'adioses', me dijo él.

Otra pareja se detuvo en la escena del accidente, ambos eran doctores. La mujer me dijo que ella era también madre, pero que era tiempo de decirle “adios” a Aldo. El helicóptero se fué con él dentro, y nosotros le seguimos en una ambulancia.
Cuando llegamos al hospital, él ya estaba en el quirofano para una larga operación de cuatro horas. Un grande y fornido doctor negro caminó hacia mi y me dijo: “Señora, no estoy seguro si su hijo lo va a lograr”.

Recuerdo nuevamente la escena del accidente, que un carro se detuvo, y un hombre negro salio de su vehículo y empezó a orar asi: “satanás, en el nombre de Jesús, ninguna muerte tendrá lugar aquí esta noche”. Y el continuó diciendo: “Este niño vivirá y no morirá”, lo repetía una y otra vez.

Yo estaba allí, mirándolo, pensando para mí misma: “Retha, hubieras hecho tu lo mismo? Te habrías detenido en la escena de un accidente para orar por alguno? O hubieras dicho: ' Niños, miren hacia la izquierda, y dejemos pasar esta escena'”
Esa noche verdaderamente comprendí lo que era ser un buen samaritano que describe Lucas 10. Está uno ahí para cuando la gente lo necesita? O simplemente uno da un paso atrás cuando alguien lo necesita a uno, o somos de los que mejor nos sentamos a un lado y diciendo que oraremos por ellos?

Me di cuenta esa noche que yo no era las manos de Jesús, y que nunca lo había sido. Le doy gracias a Dios por ese hombre que oró por mi hijo.
Cuando Aldo salió de la sala, lo mantenían vivo con máquinas. Todo tipo de maquina que ustedes se puedan imaginar, y permaneció así por una semana.
Después de una semana, un sábado, fuí a casa por primera vez. Permanecía en un cuarto en el hospital, cruzando el pasillo de la unidad de cuidados intensivos, durante la semana. Estaba lastimada, pero en calma. Esa noche del sábado tuve un sueño. Vi los dedos de mi niño que se encogían. Se volvían negros y se encogían, y vi sus labios encogerse y tornarse negros también.

Fué un sueño terrible, experimente en mi espiritu que estaba viendo a mi propio hijo morir.
Dije: “Aldo, por que estás muriendo? Pero sabes qué, que he permanecido asida a ti tanto tiempo, que ya no puedo más- será mejor para tí estar con Jesús”. “Te acuerdas” - le pregunté en el sueño- “Como yo siempre te decía que no es suficiente conocer a Jesús, pero que Jesús también tiene que conocerte a tí?, mamá sabe que tú has aceptado a Jesús en tu corazón, pero te tengo que dejar ir ahora”.
En mi sueño Aldo me contestó: “Mamá, habla vida sobre mí! Habla vida!”. Yo lo hice inmediatamente. “En el nombre de Jesús tu vivirás, y tendrás vida en abundancia”. Lo dije, y en el minuto que lo dije, ví como sus dedos comenzaron a crecer otra vez y como el color le regresó a sus labios, todo mi ser se sacudio!.

La siguiente cosa, en mi sueño, él estaba llorando, aunque estaba en coma, lo que hace imposible que el pueda llorar en ese estado. Sobresaltada, me desperté y me preguntaba que cosa me estaba sucediendo!. Y entonces le dije al Señor: “Para una madre, pasar por lo que yo estoy pasando, en este preciso punto, este sí que es un sueño terrible! Pero ese sueño me hizo darme cuenta de que la vida y la muerte están en poder de la lengua, justo como el libro de Proverbios nos ensenia (Proverbios 18:21) Cualquiera que usa su lengua segará la recompensa de sus palabras, la palabra no nos dice que tal vez asi suceda, sino que dice que ciertamente asi sera!.
Pude ver, en el mismo minuto que empece a hablar vida, como los dedos de Aldo empezaron a crecer y a crecer. Juan 10 dice de manera muy hermosa: “satanas vino para robar, pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. En abundancia!.

La mañana siguiente, de regreso en el hospital, Thinus me dijo: “Retha, casi lo perdimos durante la noche. Así de cerca...”. Yo le dije, sí, lo vi, mi espíritu lo experimentó. Sé que ustedes tal vez dirán, bueno, muchas personas tienen sueños como ése en momentos de trauma, pero yo les digo a ustedes: “ La Palabra de Dios me enseña que Él nos habla a través de sueños, visiones y Su palabra. Él habla!
Le dije a Thinus acerca del sueño, y como vi a Aldo muriéndose, y como Aldo me dijo que hablara vida sobre él. También como le había dicho yo a Aldo que él iba a tener vida, y vida en abundancia, y cómo, el siguiente minuto, sus dedos empezaron a crecer. Entonces eso fué justo lo que hicimos entonces. Marchabamos al rededor de su cama del hospital, hablando vida, hablando vida.

Han notado como la gente puede pronunciar muerte? Sobre sus matrimonios, sus finanzas? Y hasta sobre sus hijos! , el poder de la vida y la muerte están en poder de la lengua y el que la ama comera de sus frutos, ustedes segarán lo que sus palabras digan.
El día doce amaneció, y Aldo fué enviado a una segunda operación, por que su cerebro seguía hinchándose, los doctores nos dijeron que harían un último intento.
Fuí a mi cuarto cruzando la sala de cuidados intensivos, y cuando él regreso del quirófano, vi que el latido de su corazón estaba peligrosamente bajo, solo 32 latidos. Fué ahí cuando me dijeron que fuera a llamar a mi esposo. Pero en lugar de eso me fuí a mi cuarto y empecé a llamar a Dios con todo mi ser, con todo mi ser!. La palabra de Dios me enseña que Él le contestará a todos aquellos que lo buscan. Nunca antes había buscado a Dios verdaderamente y de todo mi corazón, pero ese día, cuando lo comencé a llamar, El me contestó inmediatamente. Él me dijo: “Retha, quita el calzado de tus pies, estas parada en suelo santo”. Venir a la presencia de el Señor , es santo, es santo!.

El me dijo algo más: “Mi querida hija, crees que mi Hijo ya pago el precio perfecto en la cruz? Por ti?”. Yo le dije “Si Señor, si”. Por que yo lo sabía, eso era lo que había sido enseñada en la iglesia- es una idea con la que yo crecí. En mi espíritu de pronto comprendí y me dí cuenta como corrí tras los doctores por días, para ver si tan sólo podía ver un brillo de esperanza en sus ojos. En lugar de eso debí haber corrido tras Jesús para encontrar esperanza en Él. Jesús es la respuesta de todo. Jesús es el camino, la verdad , la vida!.
Una cosa extraña sucedió entonces. Yo estaba todavía de rodillas, con mis ojos cerrados, pero en mi espíritu vi como Jesús recibió 39 latigazos. Con el último, el número 39, ya no se podía ver a un humano, todo lo que yo veía era una masa de carne. El Espíritu de Dios me dijo que Jesús había sido golpeado de tal manera que no era posible reconocer una forma humana después. Todo mi ser sollozaba.
Pero entonces Dios dijo: “No, no llores, El lo hizo por tí, y también por Aldo”. Mientras estaba todavía de rodillas, lo vi decir: “Esta completado, esta completado” (Ha sido completado, ha sido completado).

Esas palabras, “esta completado”, corrieron dentro de mi interior, y mi espíritu, mi hombre interior despertó, me di cuenta que era ahi donde tenía mi esperanza. Y también vi en mi espíritu como el velo del templo se razgó en dos – un velo tan grueso que ningun ser humano lo pudo haber razgado así, y un velo tan alto, tan increíblemente alto!
El dijo: “Retha, humanamente esto es imposible. Ahi esta el velo, y esta abierto”. Y vi en mi esíritu, el patio de afuera y el del centro. Y ahí, en el centro, vi tambien la fuente llena de agua. Él me dijo: “Entra, mi hija, y lava tus manos, en el patio de afuera que es el lugar santo, ven y lava tus manos para que puedas entrar dentro del más santísimo de los lugares”. Entonces dijo: “El velo fué desgarrado para que tu pudieras entrar. Ven dentro, mi hija”.
Experimenté como yo lavaba mis manos. Y como entraba al lugar santo descalza, para encontrarme con Jesús allí.

El me dijo: “Esta completado, Retha”. Por primera vez en mi vida experimenté lo que Jesús hizo por mí en la cruz. Entonces él me dijo: “Estás dispuesta a sacrificar a tu hijo?”. Recuerden, el latido de Aldo en ese momento era sólo de 32 latidos por minuto cuando deje la sala de cuidados intensivos. Suspiré y reflexioné... puedo decirles honestamente que tenía miedo, si decía que si, Él me lo quitaría.

Pero ahora me doy cuenta que, si Él lo tomaba o no, Dios esta en control en cualquier caso. Honestamente yo tampoco quería estar en una situación en la que tuviera que tomar ese tipo de desición de vida o muerte. Dios está en control.
El dijo: “Retha, sacrifícame tu hijo”. Entonces una escritura en Mateo, que ni siquiera la conocía en aquel entonces, derepente vino a mí. (Mateo 10:37) “Aquel que ame a hijo, o hija mas que a mi, no es digno de mi”. Inmediatamente supe que Él estaba hablando acerca de mí. Por que por 10 años Aldo fué mi único hijo. Y ustedes y yo como padres no sabemos lo que estamos haciendo. La palabra nos enseña que si nosotros nos queremos gloriar, nos gloriemos en el Señor. Pero acerca de que nos gloriamos? Acerca de nuestros hijos, de sus logros, las posiciones a las que los presionamos para que alcancen, nos gloriamos acerca de nuestros sueños e ideales en sus vidas.

El Señor me dijo: “Retha, los hijos están ahí para amarlos, no para gloriarse sobre ellos” (1 Corintios 1:31). Entonces le dije: “Señor, aquí lo tienes”.
Entonces la cosa mas impresionante sucedió. Abri mis ojos y yo estaba en el salón del Trono de Dios, y la luz era extremadamente brillante. Simplemente no puedo describirles la luz. Es el tipo de luz que podría atravesar los huesos de uno, tan brillante que no pude más que preguntar: “Qué es esta luz tan impresionante??”. Dios me contestó y dijo:(1 Juan 1:5)” Dios es luz, y no hay tinieblas en Él”. Hasta este día, ustedes me podrían despertar a la una de la mañana, y yo podría recordar en el mismo segundo estas palabras que Dios me habló.

Y vi a mi niño acostado allí, con las manos de Dios en su cerebro.
En el evangelio según San Lucas dice así: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. (Lucas 18:27). Lo ven?, durante los primeros 12 días después del accidente yo había confiado en los hombres. Entonces Dios me dijo: “Retha, he estado esperando por tí 12 días. Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Yo hice este cerebro, y Yo voy a arreglar este cerebro, en toda su gloria. El ya no es tuyo, ahora él me pertenece. Sólo se te fué concedido como un préstamo, mi hija”. Dijo Dios.
El continuó: “Él le dirá al mundo que Jesucristo está vivo. Ya no te preocupes”. Me dijo Dios: “Él esta seguro aquí conmigo!”. Y también: “Vé y camina el sendero con fe”.
En el libro de Hebreos dice que la fe no es lo que ves, sino lo que uno espera (Hebreos 11:1).

La versión de la Biblia amplificada lo dice mejor: Es el titulo de escritura de las cosas que uno espera. Y dónde queremos el titulo de la escritura? En una parte segura, por supuesto!
Pero Dios me dijo ese día, que esta aquí, aquí mismo!. Está disponible para cada hijo de Dios. “Aquí esta tu titulo de escritura” dijo Él. “Todo lo que tu has esperado...dime. Que es lo que tu esperas? Por que aquí está el título de escritura. Tómalo, tómalo!”

Experimenté en mi espíritu como vi a mi propio hijo sanando, y corriendo y haciendo todo. Dios me dijo que quería que yo mirara el producto final. Pero mientras estaba yo todavía mirando, Él me dijo: “Por que más allá de todo lo que tu pudieras soñar o pedir en oración, Yo te lo daré, regresa ahora, y anda por el camino en fe”.
Cuando abrí mis ojos, una hora y media había transcurrido, aún me encontraba de rodillas, recordé que debía regresar a la sala de cuidados intensivos, por que recordé como iba la situación cuando lo dejé allí. Cuando regresé, el latido del corazón de Aldo estaba en 86, y tenian ya un cardiólogo con el!. Supe inmediatamente que Dios había interferido. No había transcurrido todavía un mes cuando ya le habían quitado todas las máquinas que tenía conectadas a su cuerpo en la unidad de cuidados intesivos. Todavía tenía una traqueotomía, y un tubo en su estómago.
Justo antes de que dejaramos la unidad de cuidados intensivos, un doctor me dió una dirección y me aconsejó que fuera y internara a Aldo en ese lugar. El dijo.....ni siquiera quiero repetir lo que él dijo, no quiero que Aldo sepa nunca lo que ellos dijeron, pero él dijo: “Aldo nunca podrá llegar a ser algo otra vez, nada”. Yo solo estaba frente a él y lo miré. Le di la mano y le di las gracias y le dije: ”Sabe, que mi Dios vive?”

Debo admitir que, antes de ese día cuando estuve de rodillas y me encontré con Dios, nunca me había dado cuenta de que Dios era así de real!. Creo que la razón de eso es que ni ustedes ni yo no nos damos cuenta verdaderamente de lo que Él hizo en la cruz por nosotros. Nunca nos damos cuenta de que podemos entrar verdadera y directamente en la presencia de Dios. Nos sentamos en la iglesia domingo tras domingo, y pensamos que el pastor fué a oir algo de parte de Dios, y que él entonces vuelve y nos dice
todo lo que Dios le dijo.

Pero por qué, entonces murió Jesús? Por el pastor?? No, por tí y por mí. Por todos nosotros. Gloria a Dios por eso!. Por todos nosotros!
Llevamos a Aldo a un hospital en Pretoria. Era mucho más cerca de nuestra casa que el hospital de Johannesburg. Por esta razón podía estar con Aldo durante el día, y Thinus podía estar con el todas las noches.


Después de un mes el personal de este hospital también me dijo que era tiempo de llevar al niño a algun otro lugar: “Ya no podemos hacer nada mas por él”. Lo llevamos a casa, y empleamos a una enfermera para que lo cuidara día y noche.
Su pequeño cuerpo estaba tan rígido como un palo, en espasmo. Sus ojos estaban cerrados. Estaba sólo allí, acostado, sin hablar en lo absoluto. No tenia control sobre su vejiga, y todavía se le alimentaba a través de un tubo en su estómago. La traqueotomía se tenía que limpiar diario.Un día lo lleve al doctor y le pregunté si el me podía dar algo para el espasmo en sus mandíbulas. Para ese entonces eran ya 3 meses durante los cuales no podíamos abrir su boca. El doctor me dijo que el todavía creía más conveniente que lo tuvieramos mejor en otra clínica “Ellos hace esto”, el explicaba, demostrandome con su propia boca : “Ellos traban sus mandíbulas de esta forma, o abren sus bocas de esta otra”. Me lo demostraba una vez tras otra.
Estaba sentada allí, solo mirando lo que este hombre hacía, pidiéndole en mi mente a Dios que lo perdonara. Y deseando por su propio bien que el reloj no marque las doce, por que no sea que se fuera a quedar trabado con su cara mirando de esa forma.

Mi espíritu lloraba después de la consulta. Puse a Aldo de regreso en el coche y me dirigí a casa. Pero iba llorando tanto que difícilmente podía ver el camino. Le dije a Dios: “Ese hombre nisiquiera me dio una receta, Dios!”. Pero el Espíritu de Dios me contestó: “Retha, tu TIENES una receta!”
"No, no la tengo", respondí.
Él dijo: “Mi hija, todos los dias que tu partes el pan, tu mueres conmigo. Cada vez que tu bebes Mi sangre, tu resucitas conmigo. Por que yo soy el Pan de Vida. Aquél que come de mi carne y bebe de Mi sangre será uno conmigo”. Él dijo: “Házlo tan seguido como lo necesites!”

Yo puedo asegurarles , había días que sentía que había comido baguets enteras de pan, tan seguido como lo necesitaba. Pero hoy puedo darle gloria a Dios por eso, por que cuando vuelvo a recordarlo, he notado que algo sucedía en mí.
Ezequiel nos dice que nosotros seremos llenos, y yo podía sentir como era llenada, llenada con el Espíritu de Dios. Sentía como iba siendo llenada hasta que empezaba a desbordarse. Y la palabra de Dios nos dice como ríos de aguas vivas correrán desde nuestro hombre interior (Juan 3:8) Y como seremos como árboles plantados junto a riveras, que llevan fruto a su tiempo (Salmos 1:3).

Pude experimentar esto, por que morí a mi misma. Había días que le decia a Dios: “Ya no queda absolutamente nada de mí en mí, aboslutamente nada!. El decía:”Si la semilla no cae en tierra y muere, no puede crecer y llevar fruto. Un árbol se reconoce por su fruto, no por sus hojas” (Juan 12:24). Recuerdan cuando Jesús maldijo la higuera, cuando Él pasó y la vió llena de hojas, pero sin ningún fruto? (Marcos 11:13-14).

Dios me dijo: “Allí es a donde quiero que llegues”. En días como ese, días en los que sentía que mi vida se estaba despedazando, le señalaba yo a Dios como mi vida era un desastre. Entonces el me recordaba acerca de las fotografías tridimensionales, las cuales me encantaban cuando era niña, las recuerdan?. Ustedes se les tienen que quedar mirando hasta que comienzan a hacer bisco, pero todavía no pueden ver nada, y entonces en un momento, todo se vuelve claro, y es entonces cuando la increíble figura resurge detrás de todo. Dios dijo: “Retha, quiero que te concentres, que te concentres en Mí, por que hay una figura increíble detras de todo esto”.

El me recordó de lo que le había dicho a Pedro: “Tu serás capaz de caminar en el agua mientras estés concentrado y pongas toda tu atención en Mí” (Mateo 14:25-31) Y Pedro tuvo la fe de salirse de la barca y comenzar a caminar en el agua mientras tenía sus ojos y su atención puestos en Jesús. No dice esto en la Biblia, pero yo sólo imagino que los amigos de Pedro le gritaron: “Estas bien loco Pedro!”, y por supuesto, el minuto en el que Pedro empezó a mirar a su alrededor y dejó de concentrarse en Jesús, se empezó a hundir.

Dios también me recordó acerca de la hija de Jairo (Lucas 8:41-55) Recuerden, Jairo estaba en el templo con Jesús cuando vinieron a decirle que su hija había muerto. La primer cosa que Jairo hizo fue mirar al Maestro. La gente le dijo: “No te va a ayudar mirar hacia Jesús, ella esta muerta!”. Pero el siguió con su mirada en Jesús. Y Jesús le pidio a Jairo mirar hacia Él. Jairo lo hizo así – el miró hacia los ojos de su Maestro. Jesús le dijo que no escuchara lo que las demás personas decían, y que no tuviera miedo: “Jairo solo cree, solo mantente creyendo!”. Dijo Jesús.
Aprendí una lección valiosa de esto: No ayuda en nada ver las circunstancias. No nos ayuda escuchar lo que “ellos” dicen. “No teman, solo mírenme a Mí!” es lo que yo aprendí : “Mírenme a Mí y continúen creyendo!”. Wow que lección más grande es esta bajo circunstancias difíciles. Es muy difícil, pero funciona. Entonces me desperté, con Jesús, y pude continuar en mi sendero.

Lleve a Aldo a la casa y el permanecía allí en su cama. Aún tiezo como un palo.
Un día lo pare, a este hijo mío, y empezamos a caminar con él. Lo sosteníamos cada uno una pierna. Teníamos ya ampollas en nuestras rodillas por caminar con él de esa manera. Dos sostenían su torso. Lo pusimos en una bicicleta estacionaria, cada uno de nosotros tomabamos un pie, otro sostenía su cabeza, otro de la cintura para arriba, lo tratabamos de mantener derecho.
Y entonces un dia una persona que llegó me dijo: “Retha, por que le están haciendo esto al niño? Si tu sabes que va a permanecer acostado allí para siempre”. Pero tu no entiendes, le explique : “Dios tiene una gran visión para mi niño. Por que en génesis 22 Él le dice a Abraham que vaya y sacrifique a Isaac, y aún así Abraham dice estas increíbles palabras a Isaac: “Hijo mío, Dios mismo proveerá de un cordero para este holocausto”.

Él no dijo: “Isaac, papá conoce a alguien en nuestra comunidad que nos ayudará. No, él dijo Dios mismo se proveerá un cordero para este ofrenda quemada”. Isaac y Abraham fueron arriba a la montaña y Abraham fué obediente a Dios. Y Dios miró su corazón, y envió un ángel. El ángel dijo: “Abraham, Abraham! Deténte! El cordero está listo! El cordero esta listo!”. Abraham llamó a aquél lugar El Señor proveerá.
Proveer. En hebreo se traduce como provisión. Dios tiene una visión para ti y para mi!. El cordero esta listo – en mi vida y en la tuya. Él esta listo!
Tal vez me preguntes por qué el cordero no llega? Tal vez por que no le estás sacrificando al Señor tu problema. Tal vez por que todavía te encuentras ahi sentado con tu problema en el regazo. Dios está esperando por tí para que le obedezcas, que le sacrifiques tu problema para que entonces el pueda proveer el cordero!. Nosotros siempre tenemos un plan para todo. Para nuestras finanzas, para nuestros matrimonios cuando estan en problemas, para cada problema!, Jesus es el plan! , dale al Señor tu problema hoy!, el cordero esta listo!

Entonces yo le dije a esta persona que el Señor tiene una visión y un plan para Aldo. Pero hay otra verdad que ustedes y yo, como hijos de Dios, debemos aprender: el día que el Señor me dió esta promesa que Él restauraría a mi hijo, Él tambien me dijo: “Pero Yo necesito tu fe”. Por que la promesa de Dios, sin mi fe, no puede hacer que la promesa se haga realidad. La promesa de Dios sumada a mi fe da como resultado un milagro!
A menudo pensamos que ustedes y yo solo podemos sentarnos ahi detras y recibir. No, nosotros debemos dar el primer paso de fe, y eso usualmente es la parte más difícil. El decir ciegamente “Señor yo lo creo”. Decirlo como humano será dar tu mejor golpe. Decir que harás todo lo que tu puedas.
La Palabra nos dice esto: “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas este es el camino, andad por él y no torzáis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”. Y la paz de Dios irá con nosotros. Pero primero tu debes debes salir y dar el primer paso!

La terapista ocupacional le dijo un dia a Aldo, sentado allí en su silla con su cuerpecito todo tiezo: “Aldo, quiero que el día de hoy mires como son una 'A' y una 'B' ”. Ella le estaba diciendo esto a un niño que era tan inteligente, que era muy aplicado en la escuela – algo de lo que yo siempre presumía. Pero gloria sea a Dios – Aldo todavía es igual de inteligente!. Yo miré hacia él y mi corazón sufría que ella le estaba enseñando esto. Pensaba para mi misma: “Pero el ya sabe estas cosas!” Pero yo recuerdo que en el hospital me dijeron, que cuando el despertara tendría una perdida de memoria de al menos 10 años. Y recuerden, el tenía sólo 12 años, que debe ser la razón por la cual ella le enseñaba a él estas cosas.
Entonces el pensamiento pasó por mi mente: “No, no, Yo lo restauraré en toda su gloria”. Y entonces me di cuenta de que todavia tenia una opción. A quién le iba yo a creer?. Su cuerpecito no podía nada mas que estar allí sentado. Pero el movio un poco su cabeza como buscando algo a su alrededor y puso sus ojos en una pluma, y yo lo ví. “Aldo quieres escribir?” le pregunté. El asintió con su cabeza levemente. Le ayude a sostener la pluma, por que su puño derecho temblaba un poco, y entonces comenzó a escribir.

Él comenzó con A, directo hasta llegar a la Z, y entonces escribió: “Gracias mamá, que nunca dejaste de creer”. Por primera vez desde el día que había estado de rodillas, experimenté : Jesús esta vivo!! grité lo más fuerte que mi voz pudo salir: “Jesús, tu realmente estás vivo!! Grité tanto que mi hombre interior despertó!
Le pregunté a Aldo cuantos años tenía, y el lo escribió. La escuela a la que asistía, y el lo escribió. Cuál era el numero de sus papá? Y el lo recordó. Todo, incluyendo el accidente.
En ese caso, le dije, el estaba por tomar sus examenes en dos semanas, y el tendría que empezar a estudiar. Nos sentabamos allí en el patio y el estudiaba, pero su concentración no estaba completamente bien, y asi que debíamos tomar descansos seguido.
Platicamos, y entonces yo le empecé a platicar acerca de las 4 veces que casi lo perdimos. En ese momento el todavía no podía hablar – el no pudo hablar por un tiempo de 6 meses – pero el indicaba cuando quería escribir algo. Le dije también del sueño en el cual lo vi muriéndose.
Él sacudió su cabeza en señal negativa, y comenzó a escribir. “Mamá, no fué un sueño” escribió : “Jesús te dijo que hablaras vida sobre mi cuerpo, y tu lo hiciste. Estoy muy contento de que lo hayas hecho tan obedientemente”, lloré mucho, mamá, y sentí tanta pena por todos ustedes”. Yo permanecía en silencio, y el escribió algo más: “Mamá, si tu no me hubieras sacrificado, yo estaría muerto ahora mismo”.
Me levanté y lo dejé ahí, atado a su silla con bandas para evitar que se fuera a caer, y corrí escaleras arriba, llamando al Señor “Esto es sobrenatural , Señor!”. Lloré. Y Él me contestó: “Pues como fué que nací Yo?”. Ohh de manera sobrenatural, Señor, conteste yo.
Él continuó: “Pero por qué es que tu como mi hija te detienes ahí? Tu sabes que Yo Soy un Dios sobrenatural, pero en el minuto que comienzo a hacer cosas sobrenaturales te espantas!, o frunces el ceño, o comienzas a pensar que no es natural, Yo Soy un Dios sobrenatural!” , dijo Dios otra vez.
Y entonces el me dió la escritura de Juan 11:40, un pasaje que para ese entonces yo ni conocía. Era el pasaje acerca de cuando Jesús le dijo a Martha, después de que Lázaro ya había estado muerto por 4 días. Él le recordó a Martha que Él ya les había dicho que aquellos que creyeran en Él experimentarían su gloria y Su fuerza. Noten que Él no dijo todos los que lo llamaran Señor, sino todos aquellos que CREYERAN en Él!.
Bajé las escaleras nuevamente, y Aldo continuó escribiendo. En el tiempo que siguió, el llenó páginas y páginas . “Mamá por que estás tan asustada?” escribió el. “Aldo, hay algo que no entiendo. Dónde estabas tu mientras estaba yo experimentando estas cosas en mi sueño?”.
Su respuesta? “Con Jesús!” escribió el también: “Mamá, mientras tu estabas acostada sobre mi cuerpo en la escena del accidente, Jesús vino y me levantó. Mamá, tu hasta te le quedaste viendo a los ojos!”

Yo recuerdo como temblaba, y como la paz descendió sobre mí. Dios verdaderamente está en la obscuridad de las nubes!. Llore tanto ese día. Pero Aldo me consoló: “Mamá, no llores. Yo estaba con Jesús todo ese tiempo. Lo recuerdo diciéndote en el cuarto del Trono que yo estaba a salvo con Él”.
Aldo todavía no podía hablar, pero escribía páginas y páginas todas las mañanas, él escribió JESÚS, y dibujaba un circulo al rededor del nombre. JESÚS HARÁ QUE HABLE NUEVAMENTE. JESÚS HARA QUE HABLE NUEVAMENTE. GRACIAS JESÚS DE QUE VOY A HABLAR OTRA VEZ!. La mañana siguiente era lo mismo, vez tras vez: JESÚS, VOY A HABLAR OTRA VEZ.
Para una madre que trataba de sobornar a su hijo con soda cad
a 5 minutos para que pudiera tranaquilizarse en nuestro camino desde Pretoria hasta nuestro hogar, esto era una experiencia muy amarga. Estaba encimismada: frente a su silla, frente a la bañera, en el césped, debajo de la mesa, sobre la mesa, dondequiera. “Padre, por favor sólo permíte que mi hijo hable otra vez!” lloraba y lloraba. No puedo decirles a ustedes cuanto lloré. También comprendí cuan incorrectamente manejamos a nuestros hijos.

Un día Aldo escribió otra vez: “Mamá, no estés tan preocupada, yo voy a hablar otra vez”. Entonces yo le pregunté: “Por qué escribes esto todos los días?”. El contestó: “Por que Jesús me dijo en el paraíso que hablara vida”. Recuerdan lo que les dije? Él me enseño: ustedes deben hablar vida!. Entonces Aldo escribió otra vez: “Voy a caminar otra vez, voy a hablar otra vez, y voy a estar sano otra vez, voy a sanar 100%, Jesús ya pagó el precio perfecto por mí en la cruz”.
Él lo escribió vez tras vez y tras vez: GRACIAS JESÚS, POR MORIR POR MI. GRACIAS JESÚS, POR RESUCITAR POR MÍ.

El empezó a citar Escrituras, y el me dijo que seremos como árboles plantados junto a las riveras del río, llevando fruto a su tiempo.
Él comenzó a escribir un diario. Un día escribió acerca de dos ninos que conoció en el paraíso. Uno se llamaba Anton, el escribió, y dibujó un circulo alrededor de su cabeza. “Mamá, le deberías decir a la mamá de Anton que él está sano!”. Él también escribió donde podriamos encontrar a los papás de Anton, y fué exactamente allí en donde los encontramos más tarde. Ellos nos dijeron que Anton tenía sindrome de Down cuando estaba vivo, y eso era lo que Aldo estaba tratando de indicar cuando dibujaba el circulo al rededor de su cabeza.

Él también escribió acerca de Dwayne. Sus padres lo llamaban Dwayna, y cuando los conocimos, Aldo escribió que “Dwayna” estaba sano y que estaba con Jesús y que era muy feliz. “El casi no puede esperar para encontrarse con ustedes también allá”.

Quiero leerles algunas pocas de las cosas que Aldo escribió en su diario:
*“Jesús nos va a usar para predicar Su Palabra.Nosotros vamos a decirle al mundo que Jesús vive.”
*“Dios va a hacer grandes cosas, grandes milagros. Por que Jesus esta vivo. Estén preparados.”
*“Gracias Dios que yo puedo ser tu hijo. Bendícenos y úngenos con el poder y el Espíritu Santo. Mamá, díle a la gente que Jesús esta vivo.”
*“Veremos a Dios en su trono. Nosotros le diremos a Dios lo que nosotros hicimos por Él aquí mientras estabamos en la tierra. Mamá, hoy, sé como Dios quiere que tu seas: santa.”
*“Jesús dijo: A quién enviaré a predicar mi palabra? Seremos obedientes e iremos a donde quiera que Él nos mande?”


Através de todas estas líneas comprendí que Aldo había estado en el paraíso.
Miren lo que Aldo escribió el 17 de octubre de 2005: “Veremos a Dios en los cielos, junto con los ángeles y otras personas como Abraham. También Jesús, y Dwayne y Anton. Alégrense y esperen junto conmigo para ir de regreso allí. Esa es la razón por la que a veces me pongo difícil, mamá, es por que yo quiero regresar a ese lugar. Por favor mamá, les dirás también a otras personas? . Las personas van al cielo, o al infierno. Como los hijos de satanás van al infierno, los hijos de Dios iran al cielo. Nosotros vamos a vivir en el cielo en la misma forma que nuestro Dios vive”.En otra carta, el escribió lo siguiente:

*“ A todas las personas que estan buscando la presencia de Jesús conmigo: prepárense para cuando venga a recogernos, por que va a ser más pronto de lo que ustedes creen. Por favor pueden aceptarlo en sus corazones?, por que de otra forma van a ir al infierno”.
*Por favor háganlo pronto, mientras que todavía pueden hacerlo. Jesús pago el precio perfecto por tí y por mí. El me mostró todo en el paraíso, y Él también me mostro el infierno”.
*“Y créanme, ustedes no quieren ir al infierno. Por favor!,no aceptarán a Jesús ahora? Jesús los ama tanto, por favor solo créanlo. Ustedes son la razón por la que Él me envió de regreso. Yo no quería regresar, pero Él quiere que ustedes estén listos. Con amor, Aldo.”
En la noche el empezó a llamar a voces a Jesús. “Por que lo estás llamando así?”. Le pregunté. Él estaba en Sus brazos y todavia no podia llorar bien en esa etapa.
“Mamá, por que no todos pueden entrar a ese lugar! Hay un puente, mamá, un puente de oro que uno tiene que cruzar. Y después de ese puente hay una puerta enorme, la puerta de la entrada es enorme, mamá. Con enormes perlas en ella. Y adentro, ellos tienen una mesa, un banquete de bodas”. Yo no sé si sus niños saben acerca de banquete de bodas, pero el mío ciertamente no sabía nada de esto. Lo único que el sabía era de futbol y Playstation.

El volvió a decir: “Un banquete de bodas, mamá” . Y luego empezó a llorar. En ese tiempo una amiga me trajo un libro de una mujer americana , el libro se llama El Cielo es tan Real, y la autora (Choo Thomas) experimentó el cielo con Dios. Mi amiga me dijo esa tarde que lo que Aldo escribió se confirmaba por las experiencias que esta mujer habia tenido en el paraíso. Inmediatamente comencé a leer ese libro, y rápidamente llegué a la parte donde ella describe ese puente de oro, entonces ella captó toda mi atención.

Ella escribe acerca de personas paradas fuera, caminando en círculos, llorando. Sus cabezas estaban agachadas, y ellos se veían muy tristez y sin esperanza. Ella dijo “Señor, quienes son estas personas?”. Y Él le dijo:”Estos son cristianos desobedientes”. “Y cuánto tiempo tendrán que estar en este triste y seco lugar?” Preguntó ella. “Para siempre mi hija. Los UNICOS que entrarán en el Reino de Dios son los de corazón puro, mis hijos obedientes, dejame explicarte: muchos se hacen llamar cristianos, pero ellos no viven de acuerdo a mi Palabra” conestó Él.
“Algunos de ellos piensan que llendo a la iglesia una vez a la semana es suficiente, pero ellos nunca leen mi Palabra, y ellos todavía se van tras las cosas del mundo”. Oyen eso??. “Aún algunos que leen mi Palabra, no me conocen, y no me tienen morando en sus corazones”.

Después de leer eso me quede casi en shock, y entonces le pedi al Padre que me hablara a través de su Palabra. No quería arriesgar trabajar todo este tiempo, durante todos estos años para llegar al cielo y todo sólo para darme cuenta que en realidad no estaba lista.
“Por favor háblame a través de tu Palabra, Señor”. El me dio una escritura que esta en Apocalipsis 3, donde dice: “...!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío o caliente, te vomitaré de mi boca”. Y también dice: “Por que tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”. Todas estas son cosas que a todos nosotros nos gusta decir: “Ves esto?, todo esto?

He trabajado muy duro por ello. YO, yo, yo....”. “Y no sabes que tu eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”.
Noten el siguiente verso, es muy interesante: “Por eso, yo te aconsejo que de mí compres” Comprar significa que hay un precio envuelto en todo esto. Pero Jesús ya ha pagado el precio perfecto. Él ya no puede hacer más por tí. Él ya lo pagó. Él recibió 39 latigazos. Ahora es tu turno, tu turno y el mío.
Dios dice: “Compra de mí oro, oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez: y unge tus ojos con colirio para que veas”. Es decir, ve y compra aceite de Mí para que tus ojos sean abiertos y puedas ver que es lo que sucede en el Espíritu.
La siguiente mañana Aldo escribió en su diario, como siempre. Pero él sólo escribió estas palabras “Mateo 25”.

Corrí a traer mi Biblia, y ahí nos narra la historia de las diez virgenes. Diez virgenes que esperaban, pero sólo cinco estaban listas. Mi primera reacción fué: “Pero Señor, al menos estaban esperando. Diez estaban allí, esperando!”. El me dijo: “Si, Retha, diez son las que estan sentadas en la iglesia, pero sólo cinco estan listas. Sólo cinco pidieron aceite para sus lámparas”.
“Señor cual o qué es este aceite?, qué es este aceite??” pregunté.
Él dijo:”Retha, el aceite es mi Espiritu Santo. Cuando yo ascendí al cielo para sentarme a la diestra de mi Padre, Yo les dejé mi Espíritu Santo. Y Él los confortará, Él los guiará. Él es su abogado, su todo”.
Él me dijo que no todos lo experimentan en su vida. “Pero por que no Señor?” le pregunté. Él me contestó: “Por que sus pecados son una pared, que los mantiene lejos de mi, y que los hace que no puedan oir la voz de el Espíritu Santo de Dios”. “Está dentro de tí!” dijo Él.

Con un temor santo, no un temor de miedo, abrí mis ojos esa mañana. “Estás aquí, Espíritu Santo?” pregunte. Y Él contestó: “Aquí estoy contigo, y te amo tanto!, estoy aquí contigo Retha, y quiero caminar este camino contigo!”.
Me sentí tan emocionada en mi espíritu. Primero debes morir, entonces Dios te llena con Su Espíritu, pero primero debes morir. Y cuantas veces no obtenemos la victoria, y no obtenemos abundancia, hoy te lo estoy diciendo esto es por que estamos demasiado llenos de nosotros mismos. Me incluyo a mí misma cuando les estoy diciendo esto, yo he estado ahí. Debí primero morir a mi misma antes de que el Espíritu de Dios pudiera llenar mi espíritu. Y entonces esas corrientes de aguas vivas pudieron llenarme hasta desbordarme, y hasta entonces pude llevar fruto.
Dios me dijo: “Retha, quiero que permanezcas en Mí, sólo permanece en Mí”. En Apocalipsis 19:3 dice que Él estaba montado en un caballo blanco, y que tenía sus ojos como llamas de fuego. Esas llamas de fuego es Su amor por su esposa. Tenía unas ropas teñidas en sangre y era llamado el verbo de Dios. El verbo de Dios. “Retha, permanece en mi Palabra, permanece en Mí, y Yo permaneceré en tí”.

Una noche llame al Señor otra vez, y le dije “Señor, te estoy llamando en este momento con todo mi ser!”. Esta vez el me dió una visión de un huevo y harina, el huevo todavía estaba en su cascarón y la harina solo puesta allí. Él entonces me explicó que yo era ese huevo, y que todavía me encontraba en mi cascarón, y que Él era la harina. “Por años tu has permanecido dentro de tu cascarón sobre la harina. Tu cascarón es tu “Yo, después yo y al último yo”. Tu valor futuro está en el huevo que está dentro eso!”.
Entonces ví como el cascarón se rompió, la clara y la yema comenzaron a fluir hacia fuera. Dios dijo: “Retha, quiero que te vuelvas una conmigo. Cuando este huevo se revuelve con la harina, se volverán uno solo. Entonces, si yo te pido que me dés la harina, podrás hacerlo?, no!, podrías sacar el huevo nuevamente desde la harina? No!, ya no podrás hacerlo!

Seguido oigo a personas diciendo “Yo le he dado mi problema al Señor, pero Él es un poco lento, entonces estoy tomando mi problema de regreso”. Por supuesto que puedes hacer eso, si todavía estás dentro de tu cascarón, pero una vez que tu y Dios se han vuelto uno, Él nunca más volverá a salir de tí.

Las escrituras nos enseñan a ustedes y a mí que Él quiere firmar un pacto de paz con nosotros. Eso significa que todo lo que es mío, todas mis debilidades, mis resentimientos, mi dolor, se vuelve Suyo. Todo lo que es Suyo – Su Reino, todo lo que es de Dios – se vuelve mío y yo me vuelvo uno con Él. Y Él me dijo ese día: “Entonces, mi hija, no tendrás falta de nada , nada. Pero entonces tendré que empezar a amasarte, y eso tal vez duela un poco. Después te pasaré el rodillo por todos los lados para aplanarte y entonces te pondré sobre un sartén y después de eso irás al horno”.

Créeme, el horno sea tal vez el mejor lugar para tí, sin embargo, no es el lugar más agradable para estar. Cuantos días me la pase en ese horno, mirándo hacia afuera, llorando y diciendo: “Oh, no sería mejor estar ahí afuera?”. Entonces mi esposo me decía: “No, Retha, piensalo otra vez!”. Estuvimos en ese horno por mucho mucho tiempo. Y un día vi como Él nos saco fuera de ese horno, sacó el pan fuera del sartén y partió el pan.
Entonces Él me miró y me dijo: “Retha, solo ahora puedo empezar a alimentar al mundo contigo”.
Dime, eres útil a Dios, o todavía estas dentro de tu cascarón?
Estaba tan emocionada, y pensé “Wow!! si eso es lo que Dios quiere, eso es exactamente lo que Él va a tener!”.
Una mañana, durante mi tiempo de meditación con Dios, recibí la escritura donde dice “Si ustedes permanecen en mí, y Yo en ustedes, pedíd todo lo que queráis y os será hecho” (Juan 15:6-7).

Entonces, somos uno, pero por que no siempre obtenemos lo que queremos? Por que todavía no somos uno con Él. Para poder ser uno con Dios requiere primero que mueras a tí mismo, y cuantas gentes a lo largo del camino me dicen que ellos quieren tener lo que yo tengo, pero ellos no están preparados para pagar el precio. Queridos amigos, ustedes no tienen que pagar nada, ustedes no tiene que caminar el mismo camino que yo caminé. Todos lo que ustedes tiene que hacer es decir: “Si, Señor!” y morir a sí mismos.

Se nos dice en 1 de Juan 5 “Él que tiene al Hijo, tiene la vida”. Aquellos que no tienen al Hijo de Dios no tienen la Vida. La vida está en Jesús. Es por eso que debemos de volvernos uno con Jesús. No caminar junto a Él, o alrededor de Él, sino EN Él deben volverse UNO con Él, de otra manera no verán el Reino de Dios.
Él lo explica muy claro en Deuteronomio 8:3 como Él camino con su pueblo. Y dijo El: “Hice eso para humillarte, para saber lo que había en tu corazón, para probarte, para hacerte tener hambre y sustentarte con mi maná”. El maná es el Verbo de Dios, la palabra. Pero han visto lo que una persona que no tiene hambre hace con su comida? La escupe. Pero alguien que tiene hambre, por el otro lado, se devora un plato de comida.

La palabra de Dios debe ser como una fuente de aguas vivas que burbujea y burbujea. Entre mas tengan de esas agua, mas serán alimentados desde adentro. Después de todo, las aguas vivas comenzarán a fluir desde tu interior.
Díme que es lo que está saliendo de tu boca? Salen fuentes de agua viva? O fuentes de amargura que te están consumiendo por dentro?
Entonces me di cuenta, si, hay más. Mucho más que solamente decir “He renacido, y ahora soy un hijo de Dios y Su reino ahora esta en mí”. No, ser la esposa de Dios, demanda ser puro, lavado en Su Sangre.
Di una platica en la conferencia de mujeres en el evento de radio El Pulpito. Durante mi viaje a Cape Town, estaba hablando con el Espíritu Santo todo el tiempo. Por que? Por que Él es toda mi vida! Y le pregunté: “Espíritu Santo del Dios viviente, por favor muéstrame a la novia. Yo quiero ser la novia, pero como es que ella se vé?. El Espíritu de Dios es tan fiel. El me mostró las Escrituras en Lucas 10 donde Él manda fuera a 70 personas, de dos en dos. “Ellos fueron llamados conocidos de Dios”. Eso, para mí, es la iglesia. Cualquier iglesia. Yo, tu, cualquiera de nosotros los que nos llamamos cristianos. Pero a veces sólo nos sentamos en el templo y pensamos que todo está bien.
Y luego había doce. “Entonces había doce que vinieron a Mí y dijeron Señor, por favor nos puedes enseñar más? Nosotros queremos saber más de tí y del evangelio, nosotros lo necesitamos , Señor”.

Pero todavía no se emocionen, por que uno de ellos , Judas, el que traicionó a Jesús, era diablo.
“Pero Retha, habían todavía tres, y ellos fueron llamados los amigos del Señor: Pedro, Juan y Jacobo”. Y Él los envió enmedio de circunstancias dificiles. Él le enseño a Pedro a caminar en el agua, una lección por la cual todavía alabo al Señor por ella. Juan y Jacobo fueron llevados a la montaña en donde Elías y Moisés se les aparecieron (Mateo 17:1-9) También cuando Él fué a orar por la hija de Jairo, Él solo llevo a estos tres consigo: Pedro, Juan y Jacobo, por que ellos eran sus amigos.
Dios dijo: “Retha, pero había uno que se acostaba con su cabeza en mi pecho, uno que oia los latidos de mi corazón, él me amaba! Y el Reino de Dios le ha sido revelado a él. Su nombre era Juan!”.

El Espíritu de Dios estaba sobre mí, y Dios me preguntó: “Donde esta la cabeza de la novia?”. Yo le contesté: “En el pecho del novio, mi Señor”. “Si”, dijo Él, “Si!, por que tu y yo somos uno. Retha, ven y ten comunión conmigo. Todo lo mío es tuyo. Ven, mi querida hija”. Yo estaba en silencio.
Él dijo: “Retha, tu vas a tu esposo con una lista de cosas que tu necesitas antes de tener intimidad con él? O solamente vas hacia él por que lo amas?”. Yo solo tuve que bajar mi cabeza con verguenza, por que me di cuenta de que, todas las veces que estaba sentada a Sus pies, yo tenía a Aldo en mis labios. Él me dijo: “No, mi hija, empieza por decir, gracias por el accidente”.
Poco después Aldo escribió algo que yo supe que sólo podía venir del Señor: “Mamá, nosotros tenemos que empezar diciendo gracias por el accidente, por que solamente ahora Dios puede empezar hacer con nuestras vidas lo que el tenía planeado. Mamá, tu vida pertenece a Jesús. Puedo ver el salón del Trono, y Jesús dijo que Él nos llevará, sólo debemos ser pacientes. El banquete de las bodas está listo, Jesús quiere tomar a Su esposa”.

Eres Su esposa, o su amigo intímo de Dios?
Jesús no murió en la cruz para darte una religión. Él lo hizo para darte una relación con el Dios vivo. Con el vivo, y sobrenatural Dios. Gloria a Dios por eso! Él hizo eso para que tu pudieras tener vida, y una vida en abundancia (Juan 10:10)

Él hizo eso para que podamos enfrentar el mañana!
Espíritu Santo de Dios, te amo tanto y quiero darte las gracias. Gracias por que ahora podemos abrir nuestros brazos, y quitar el candado de las puertas de nuestros corazones. Puertas que sólo tienen una sola perilla, y la perilla esta por dentro, Señor. Estamos haciendo eso, para que tu puedas asomarte y ver que es lo que esta sucediendo. Espíritu de Dios, ven y llénanos; revélanos todo lo que está mal, Señor, revela toda amargura en nuestros corazones, el egoismo, el yo, primero yo y después yo. Yo quiero escoger como Pablo, morir contigo y resucitar contigo.
Hoy yo escojo la vida. La Palabra de Dios dice “vida o muerte”. (Deuteronomio 30:19) Yo escojo la vida, y una vida en abundancia, contigo!
Espíritu Santo, por favor remueve todo lo que se tiene que ir, y si, estoy ahora en un momento de mi vida en que ya no queda nada de mí, y por eso te alabo y te doy el honor. Señor Dios, ven y llénanos con tu amoroso y líquido amor. Derrámalo en nuestros corazones Señor, sólo derrámalo y derrámalo hasta que rebose. Por que Él está vivo, puedo enfrentar el mañana.

Si hay algo en tu vida que tú quieres sacrificar a Dios hoy – tal vez tu matrimonio, tu adolecente, tus finanzas, tus negocios – házlo, ahí mismo en donde te encuentres. Desházte del orgullo, eleva tus manos al cielo y di: “Señor, aqui estoy. Quiero recibir tu Espíritu Santo. Hoy confieso que Jesucristo murió por mi y resucitó por mí, y que Él es mi Salvador. Y yo declaro que Él Espíritu de Dios vive en mí, y que Él me guiará en todo lo que yo necesite”.
Padre Dios, gracias que no tendré falta de nada, por que ahora soy uno contigo. En mi vida, para siempre, oiré la voz diciendo, ve a la izquierda o a la derecha. Gracias por tu poder en nuestras vidas.
Si hay alguien aquí que no ha aceptado a Jesús como su Señor, digan después de mí:
Jesús, en el nombre del Padre, yo te acepto. Gracias por morir por mí, y por resucitar por mí. Gracias por las circunstancias, que me han traído hasta este punto de mi vida en donde me he dado cuenta de que no no soy nada sin Tí. Y por favor ven pronto, Rey Jesús, ven y llévanos. Estamos listos, ven y llévanos.

Padre, quiero pedirte ahora que todos aquellos que lean este mensaje digan “Voy a comprar oro refinado de Tì, voy a comprar corilio de Tì para que mis ojos espirituales puedan ver, voy a comprar vestiduras blancas de Tí para cubrir mi desnudez”.
Espíritu del Dios viviente, te amo y te agradezco por Aldo que está vivo. Hoy oro por su espíritu, su alma y su cuerpo que se alinien con la palabra de Dios.
Aldo, tu vivirás y tendrás una vida y una vida en abundancia, y tu le dirás al mundo que Jesús está vivo. Tu sanarás por completo, mi querido hijo. Tu vas a hablar perfectamente bien. Tu caminarás otra vez, jugar futbol. Tu reirás otra vez, y llorar otra vez. Tu le dirás al mundo por tí mismo que Jesús vive.
Gracias Señor Jesús. Amén.